La dieta cetogénica presenta numerosos beneficios en el organismo de la persona que la pone en práctica. Se requiere disciplina y constancia, pero los resultados se garantizan y son evidentes con poco tiempo de estar en la dieta. Los cambios en el metabolismo logran regular la presión arterial y también elimina (en caso de sufrirse), la acidez estomacal.

Esto, solo por nombrar algunas de las ventajas que ofrece esta dieta baja en carbohidratos. Es recomendable realizar esta dieta bajo supervisión médica, sobre todo si se sufre de algún tipo de diabetes o alguna enfermedad crónica.

La base de la dieta cetogénica es la poca ingesta de carbohidratos con una cantidad moderada de proteínas, no se trata, en ningún caso, de una dieta alta en proteínas. Sin embargo, sí que contiene cantidades altas de grasas. En conclusión, una pequeña cantidad de proteínas más algunos vegetales y mucha grasa natural (como la que se encuentra en el aceite de oliva o de coco, la mantequilla, entre otros) son los componentes de la dieta cetogénica.

Para alcanzar un estado de bienestar y mejorar considerablemente la salud, la dieta propone un cambio en el consumo de alimentos, en el qué y cómo se come. El cuerpo utiliza la glucosa como energía, esta dieta plantea la disminución de hidratos de carbono, el aumento de la grasa y un poco de proteínas para hacer que el cuerpo aumente la generación de cetonas, una molécula que pasarían a ser la fuente de energía del organismo.

Como muestra de su efectividad, numerosos investigadores han realizado y realizan estudios sobre la dieta cetogénica en la salud y sus múltiples beneficios. En la actualidad, este método es utilizado para tratar diferentes enfermedades, cada régimen varía de acuerdo al paciente y a su diagnóstico.

Un metabolismo limpio y más energía, eso es lo que la cetosis significa. Las células de nuestro cuerpo se benefician y el organismo se limpia de impurezas, lo que conlleva a un bienestar físico, celular, a la reducción del estrés y a la mejorar de la salud en general.

La dieta cetogénica es utilizada en la actualidad para muchos propósitos, algunos de ellos involucran tratamientos de enfermedades:

• Ayudar a la memoria a los pacientes con Alzheimer

• Brindar eficacia al control del azúcar en la sangre a las personas diabéticas

• Disminuir o (en algunos casos) eliminar las convulsiones epilépticas

• Proveer ayuda mitocondrial en múltiples desórdenes neurológicos (como el Parkinson por ejemplo)

• Inducir la remisión en el cáncer combinando el tratamiento del cáncer a tratar

• Alivia los síntomas de condiciones alérgicas autoinmunes y al gluten

• Trata trastornos metabólicos, miopatías mitocondriales y deficiencias en relación  a la glucosa, como la enfermedad de McArdle

La dieta cetogénica ha demostrado ser una excelente herramienta para lograr equilibrar el organismo, construir un cuerpo saludable, perder peso y mejorar la salud.

Si se logra el balance que plantea la dieta cetogénica, puede ser muy beneficiosa. Es importante mantener en mínimo la cantidad de carbohidratos que se consumen. Al alcanzar el equilibrio, una dieta alta en grasa controla dos aspectos fundamentales de la salud del ser humano: los triglicéridos y el colesterol.

La acción que ejerce la cetosis en el colesterol bueno, hace que este aumente y disminuye los triglicéridos, lo que se traduce en una buena salud. Cada vez más personas se suman a las dietas altas en grasas y proteínas con pocas cantidades de hidratos de carbono.