- Aunque permite seguir con nuestro día a día es recomendable hacer coincidir la cura con unos días de descanso o con el fin de semana.
- Esta dieta no está recomendada para los diabéticos por su contenido en hidratos de rápida absorción.
Tal como ya hemos indicado, la cura de uvas consiste en tomar uvas como único alimento. Recuerda que puedes realizarla en un período comprendido entre 1 y 5 días, durante los cuales deberás alternar las comidas a base de uvas con sus zumos.
La cantidad total de uvas que debes consumir durante un día, para garantizar el correcto aporte energético, va de 1,5 a 3kg. Dosifícalas en 5 tomas repetidas a lo largo del día y altérnalas con el consumo de zumo de uvas para ayudar a la depuración de toxinas.
- Su alto contenido en Potasio la hace excelente para enfermos cardíacos, personas que toman diuréticos químicos o que toman regularmente laxantes.
- Ayuda a eliminar la retención de líquidos favoreciendo la desaparición de la sensación de pesadez e hinchazón.
- La piel de la uva contiene taninos, antioxidante natural y sustancias con una acción estimulante de la circulación venosa que contribuyen a mejorar la oxigenación de todas las células del cuerpo.
- La uva contiene un tipo especial de glucosa que limpia el hígado facilitando su función de drenaje de las toxinas.
- Su efecto depurativo favorece el buen estado de la piel.
- Es una cura que por su gran aporte energético nos permite seguir con nuestro trabajo habitual ya que, gracias a su gran efecto remineralizante y antioxidante, combate la fatiga.
- Previene la aparición de la esclerosis y el cáncer.
La cura de uvas puedes realizarla de forma puntual durante sólo un día pero para notar los efectos purificantes y de drenaje en la piel te aconsejamos que la sigas entre 3 y 5 días.
Es una cura ideal para hacer los primeros días del Otoño ya que así limpiamos nuestro organismo para prepararlo bien y afrontar mejor el Invierno (muchas personas observan que se resfrían menos).
Las uvas son ricas en vitaminas A, B y C; contienen glucosa, hierro, cobre, magnesio y fósforo en forma de lecitina. Todas estas propiedades hacen de la uva un alimento que es muy beneficioso para el organismo.
Además, su alto contenido calórico la hace perfecta para la dieta puesto que permite recargar fácilmente la energía con la ventaja añadida de que, aunque se coma en gran cantidad, no se engorda. Su jugo se digiere fácilmente y presenta propiedades diuréticas que ayudan a drenar líquidos y eliminar toxinas, purificando, así, todo el organismo.
- Es importante lavar bien las uvas y comerlas con piel ya que allí están la mayoría de sus propiedades. Masticándolas bien nos sentiremos más saciados y aumentaremos sudigestibilidad.
- El beber abundante zumo de uva nos ayuda a potenciar el efecto diurético.