Nadie es perfecto y menos en lo que se refiere a alimentación. Incluso los nutricionistas profesionales deben hacer esfuerzos para mantener la línea y comer sanamente; todos sentimos alguna vez ataques de algo dulce o nos engañamos con snacks poco saludables. En general, las personas que tienen mayor éxito en el manejo de su peso son las que comen sanamente y se ejercitan el 80% de las veces, y el resto se permiten ser indulgentes consigo mismos.

Como pautas generales, para adelgazar es necesario diseñar un menú de comidas que tengan buen sabor, sean nutritivas y llenadoras. El régimen tiene que ser balanceado e incluir frutas, verduras, granos integrales, garbanzos, frutos secos, lácteos descremados, carnes magras, pescado, huevos y mucha agua. De todas maneras a continuación veremos tips bien concretos para que conserves sanamente tu figura.

• Comer seguido: saltearte las comidas hace que por la noche quieras darte un atracón. Nunca dejes de desayunar y luego ve haciendo pequeñas ingestas a lo largo del día, como por ejemplo, un puñado de nueces y frutas secas, vegetales con hummus, yogur griego con fruta fresca.
  
  
• Hacer gimnasia divertida: practica actividad física todos los días sin importar cuál. Es necesario acompasar la alimentación con el ejercicio. Lo ideal es practicar 5 o 6 veces por semana y descansar el resto del tiempo. Debes procurar buscar hacer una actividad que te guste, pues así te será más fácil adherirte a la rutina. Jugar al tenis, andar en bicicleta, nadar pueden ser opciones más divertidas que ir al gimnasio.
  
  
• Darte algunos gustos: incluye todos los días un pequeño capricho en la dieta (de entre 100 y 150 calorías). La clave está en guardar una proporción de las calorías a consumir por día para este gusto. Puede ser un trozo de chocolate negro, una copa de vino, caramelos light o una barra de dulce.
  
  
• Pesarte con regularidad: no solo hay que fijarse en si entran o no los pantalones, sino también adquirir el hábito de pesarse una vez por semana. De esta manera se evitan los aumentos progresivos de peso. Como recomendaciones para no sumar kilos, te aconsejamos medir las porciones de comida, usar platos más pequeños e incluir una ración de fibras y proteínas en cada comida para mantenerte satisfecha.
  
  
• Comer con lentitud: cada bocado cuenta; debes comer lentamente, siendo consciente del momento presente y sin ocuparte de otras tareas mientras comes. Incluso, la nutricionista Sheah Rarback recomienda nunca comer algo que tenga mal sabor. Se calcula que si te tomas media hora para relajarte y disfrutar el plato, te llenarás antes y dejarás de comer.
  
  
• Incluir proteína: la sensación de hambre es enemiga de la dieta. Para evitarla, debes procurar comer alimentos con proteínas, pues este nutriente da alta sensación de saciedad. Lo aconsejable es incluir 2 porciones en cada comida, por ejemplo, con la que contiene el queso Cottage, los garbanzos y el pavo. Acompaña estos alimentos con vegetales, ensaladas y sopas para lograr platos llenadores pero bajos en calorías.
  
  
• Proveer la heladera: nada mejor que planificar las comidas para alimentarte bien y evitar tentaciones. Trata de llenar tu refrigerador con ensaladas verdes, manzanas y vegetales ricos en agua para armar un plato principal o añadir ingredientes sanos a tus platos.
  
  
• Evitar los snacks después de cenar: evita consumir alimentos después de la cena pues estas calorías pueden devastar tus esfuerzos por adelgazar. Si te urge comer, trata de tomar una taza de té bien caliente para relajarte.
  
  
• Hacer versiones saludables de los alimentos favoritos: puedes elaborar versiones caseras de las comidas y bebidas que más te gusten para no privarte de nada y no agregar muchas calorías extra. Por otra parte, cocinar en casa permite tener mayor control sobre los platos. Intenta hacer tacos, pizzas o pastas caseras más livianas, o margaritas con jugo de lima fresco.