HOME - EJERCICIO - ¿CÓMO SE OXIDAN LOS LÍPIDOS DURANTE EL EJERCICIO Y DE QUÉ DEPENDE?


¿Cómo se oxidan los lípidos durante el ejercicio y de qué depende?

Muchas preguntas, y en ocasiones mitos, surgen cuando el tema de oxidación lipídica se asocia al ejercicio físico. En parte, porque la investigación en estos campos no es lo suficientemente amplia como para dar respuesta a todas las interrogantes que se presentan en las mentes de los individuos que cotidianamente se someten a sesiones de ejercicio físico, la creencia surge como respuesta primaria, por encima de la evidencia.

Preguntas como por ejemplo: ¿se pueden oxidar los lípidos durante el ejercicio?, ¿qué factores influyen en la oxidación lipídica durante el ejercicio?, ¿será importante oxidar lípidos durante el ejercicio?, ¿de dónde provienen los lípidos que se oxidan?, ¿desde cuándo se empiezan a oxidar los lípidos?, ¿es posible favorecer la oxidación de lípidos durante el ejercicio, al mismo tiempo que se promueve un desarrollo del fitness aeróbico?, ¿se debería dar prioridad a la oxidación de lípidos durante el ejercicio o la oxidación absoluta de sustratos energéticos?.

Los lípidos pueden ser utilizados como combustible durante la realización de esfuerzo físico, aunque su utilización dependería de una serie de factores, como por ejemplo la intensidad del ejercicio, su duración, el tipo de ejercicio y tamaño de los músculos empleados, la dieta y nivel de glucógeno muscular que posea el sujeto, nivel de AGL y/o lactato en sangre, del sexo, de la ingesta de comida -en los momentos previos al ejercicio y durante este-, del nivel de entrenamiento (VO2máx) que posea un sujeto, etcétera.

La utilización de este sustrato durante el ejercicio podría ser importante desde el punto de vista de la salud, del rendimiento físico y posiblemente desde el punto de vista de la composición corporal.

Los lípidos oxidados durante el ejercicio pueden provenir del plasma sanguíneo (principalmente a partir de ácidos grasos provenientes desde el tejido adiposo subcutáneo) o desde los TG intramusculares, aunque el uso de uno u otro depósito podría depender en gran medida de la intensidad y duración del ejercicio.

Los TG intramusculares utilizados durante el ejercicio provienen de los músculos esqueléticos activos, es decir, estos son utilizados localizadamente. Por otro lado, los ácidos grasos provenientes desde el tejido adiposo subcutáneo no pueden ser utilizados de forma local.

Los lípidos podrían ser utilizados como combustible desde el inicio del ejercicio (siempre y cuando la intensidad de este sea inferior al 85% del VO2máx). Por tanto, no es necesario realizar esfuerzo físico por más de 20 o 30 minutos para ?empezar? a oxidar lípidos.

Considerando que existe un rango de intensidades en donde se puede entrenar tanto la maximización lipídica (incrementar la habilidad para usar los lípidos como combustible durante el ejercicio), así como también el VO2máx y el rendimiento físico aeróbico en una misma sesión, los sujetos que inician su entrenamiento podrían desarrollar ambas cualidades de manera tiempo-eficiente.

Pero a medida que el VO2máx y el rendimiento físico aeróbico mejoran, se van requiriendo mayores intensidades de ejercicio para lograr nuevos incrementos en estas, lo cual implicaría la utilización de intensidades que podrían no permitir una importante utilización lipídica durante el esfuerzo físico. Así, si bien sería posible entrenar, en una misma sesión, tanto para mejorar el rendimiento físico aeróbico como para maximizar la oxidación de lípidos, las personas con un avanzado nivel de entrenamiento (por ejemplo deportistas) podrían dar prioridad al mejoramiento del rendimiento por encima de la oxidación lipídica.

Aún se deben conducir estudios para determinar cuál es la mejor estrategia (si es que existe) para intentar modificar favorablemente el peso y/o composición corporal por medio del ejercicio. En este sentido, una pregunta interesante sería: ¿se debería dar prioridad a la oxidación de lípidos durante el ejercicio o, por el contrario, a la oxidación absoluta de sustratos energéticos?

Para maximizar la oxidación de lípidos durante el ejercicio, se debería escoger una intensidad no muy elevada, correspondiente a un 60-80% del ritmo cardíaco máximo (40 ? 75% del VO2máx). También deberían emplearse grandes grupos musculares. Por ejemplo, un sujeto de 20 años, con una frecuencia cardíaca máxima de 200 latidos por minuto, podría ejercitar a una intensidad de 120 ? 160 latidos por minuto (mientras menor sea el nivel de entrenamiento del sujeto, se recomienda la utilización del espectro más bajo de intensidad), ya sea corriendo, yendo en bicicleta, caminando, etc.

Los lípidos pueden ser oxidados desde el inicio del ejercicio (lo que implica la posibilidad de realizar sesiones no tan largas de ejercicio, es decir, de menos de 20-30 minutos, las cuales igualmente permitirían oxidar lípidos), y si este se prolonga en el tiempo, mayor cantidad de lípidos totales serán oxidados.

Además, frente a una misma intensidad, es probable que el ritmo de oxidación lipídica se incremente a medida que el ejercicio se prolonga en el tiempo. Por ejemplo, un sujeto que no puede ejercitar en forma continua durante 30 minutos, podría realizar 3 series de 10 minutos. Ahora bien, si el sujeto puede ejercitar por más de 30 minutos y lo hace, por ejemplo, frente al 60% de su frecuencia cardíaca máxima, es probable que la utilización de lípidos (que se da desde el inicio del ejercicio) se incremente paulatinamente en el tiempo.

La ingesta de carbohidratos en los momentos previos al ejercicio o durante este, disminuiría la utilización de lípidos como combustible, pero podría significar un mejor rendimiento físico. Por tanto, para los sujetos que entrenan con la finalidad de mejorar su rendimiento físico aeróbico (por ejemplo los ciclistas de ruta, los maratonistas?), la mejor estrategia sería consumir carbohidratos antes y/o durante el ejercicio.

Sería importante mejorar la condición física (VO2máx), pues un elevado fitness aeróbico podría ayudar a oxidar más lípidos durante el esfuerzo físico, además de permitir el hacer ejercicio por más tiempo. Por tanto, un sujeto que pretenda bajar de peso o modificar su composición corporal, podría plantearse como objetivo inicial el incremento de su condición física, para que en una segunda etapa, en donde pueda ejercitar con mayor facilidad, pueda tratar de utilizar el ejercicio físico como una ayuda en la modificación del peso y/o composición corporal.

No se debería dar prioridad a los ejercicios localizados si el objetivo es reducir el peso y/o composición corporal. La utilización de grandes grupos musculares sería la mejor estrategia para tratar de utilizar gran cantidad lípidos como combustible durante el ejercicio y/o quemar gran cantidad de calorías.

Así la utilización de los grupos musculares de las extremidades inferiores (por ejemplo caminata, trote, bicicleta, escaladora) debería ser prioritaria. Además, el uso añadido de los grupos musculares del tren superior a los del tren inferior (por ejemplo elíptica) podría ser una buena alternativa.

Los programas de ejercicio diseñados específicamente para maximizar la oxidación lipídica durante el ejercicio podrían ser de utilidad para las personas que presenten una sensibilidad insulínica disminuida. Por tanto, este grupo poblacional podría reducir el grado de su alteración metabólica si durante sus sesiones de ejercicio físico utilizara intensidades de ejercicio que maximicen el uso de los lípidos como combustible.

Es probable que las sesiones de entrenamiento centradas en la oxidación absoluta de sustratos energéticos (es decir, en donde se gaste una cantidad importante de calorías, sin importar que estas provengan de los lípidos o los carbohidratos) tengan un impacto, a largo plazo, más favorable sobre la modificación del peso y/o grasa corporal vs. las sesiones centradas en la oxidación de lípidos como sustrato energético.

De esta manera, no está claro si es realmente necesario preocuparse de maximizar la utilización de lípidos como combustible durante las sesiones de ejercicio físico.
Aún se requiere un mayor número de investigaciones para poder responder de forma categórica a algunas de las preguntas planteadas y discutidas en este documento. Por tanto, futuras investigaciones deberían tratar de profundizar en estas áreas.

Una cuestión fundamental que deberán responder futuros estudios se relaciona con la importancia de la oxidación lipídica durante el ejercicio, considerando que aún no está claro si para una óptima modificación del peso o composición corporal es necesario oxidar lípidos durante este.

Además, futuros estudios deben seguir buscando evidencias con respecto al rol del ejercicio en el metabolismo lipídico y su relación con la salud.

Otra área de investigación que merece mayor atención se relaciona con las diferencias de metabolismo lipídico durante el ejercicio existente entre hombres y mujeres. También, el futuro desarrollo de nuevas tecnologías de medición, que permitan determinar la implicancia del metabolismo lipídico durante el esfuerzo físico con mayor precisión, validez y que permitan una mayor accesibilidad por costo, resultaría de gran ayuda para el avance de la investigación en esta área.
Facebook   Twitter  Aumentar el tamaño de la letra Reducir el tamaño de la letra Añadir a favoritos Enviar a un amig@ Imprimir
Sobre El Autor

Dietas.net

Con www.dietas.net aprenderás a bajar de peso rápido y fácil. Todos nuestros artículos están orientados a recetas, ejercicios y consejos de nutrición. ¡Te encantarán!

Comentarios
También Te Puede Interesar
Lo Más Leído

LA CURA DE UVAS

05/30/2007 | Dietas.net

DIETA ATKINS

05/30/2007 | Dietas.net

Dieta de emergencia

05/30/2007 | Dietas.net

DIETA DE LA ALCACHOFA

05/30/2007 | Dietas.net

El metabolismo y el peso

08/05/2010 | Dietas.net

Crema de aguacates y pepino

08/05/2010 | Dietas.net

DIETA DE LA MANZANA

05/30/2007 | Dietas.net

DIETA MONTIGNAC

05/30/2007 | Dietas.net

DIETA DE LA PASTA

05/30/2007 | Dietas.net

DIETA DE LA ZONA

05/30/2007 | Dietas.net

Publicidad

. .