El glutamato monosódico (conocido por su sigla, GMS) es un realzador de sabor que se añade comúnmente a los productos como la comida china, vegetales enlatados, sopas preparadas y carnes procesadas. 

Si bien la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU lo ha catalogado como un ingrediente generalmente seguro para la salud, el GMS continúa generando polémica. Por eso la reglamentación exige que cuando es añadido a un alimento, debe estar indicado en el envase.

El GMS viene utilizándose como un aditivo alimentario desde hace décadas. A lo largo de los años, las instituciones de salud han recibido reportes aislados de reacciones adversas a las comidas procesadas que contienen glutamato monosódico.

El complejo de síntomas que manifiestan esas reacciones incluye dolor de cabeza, enrojecimiento cutáneo, sudoración, sensación de presión o tirantez en el rostro, hormigueo o ardor en el cuello, la cara y otras áreas corporales, palpitaciones cardíacas irregulares, dolores de pecho, náusea y debilidad.

A pesar de estas declaraciones esporádicas de algunos pacientes, los investigadores todavía no han encontrado evidencia definitiva que relacione el GMS a síntomas específicos. No obstante, los expertos coinciden en que un pequeño porcentaje de la población podría sufrir reacciones de corto alcance al glutamato monosódico. Generalmente se trata de reacciones leves que no precisan tratamiento; y la única forma de prevenirlas es evitando las comidas que contengan GMS.