Tradicionalmente se tiende a eliminar completamente el azúcar de nuestra dieta cuando ésta amenaza con inducirnos alguna de las enfermedades asociadas a ella: diabetes, enfermedades cardíacas, cáncer, depresión o demencia, por poner un ejemplo.

Sin embargo, creemos que no es necesaria la restricción completa de este elemento nutricional.

Dado que nuestro cuerpo necesita algo de azúcar, tampoco es bueno eliminarla completamente, lo importante es saber elegir correctamente e idear técnicas que ayuden a combatir la adicción al azúcar.

Veamos cuales son estas sugerencias, que nos permitirán satisfacer casi cualquier capricho por el dulce sin severas privaciones.

Realmente es algo emocionante descubrir lo mucho que hay en este delicioso fruto que aporta grandes beneficios.

Este pequeño fruto con aspecto mini-cónico, es tan rico en sabor y en propiedades nutrimentales; su contenido de calorías y azúcar es mínimo, además de contener una apreciable cantidad de antioxidantes. 

Ya hay quien dice que las moras pueden convertirse en uno de los próximos superalimentos del futuro.

¿Pero cómo vamos a seguir comiendo chocolate si todo el mundo habla de los peligros que contiene una sola barra?

Es cierto que el chocolate es altamente adictivo, y que el que solemos comprar casi siempre está altamente procesado químicamente, y contiene multitud de sustancias realmente nocivas (por ejemplo, hasta los “sanos” contienen altas dosis de lecitina de soja).

Sin embargo, si es nuestro delirio un buen chocolate, no tenemos porqué renunciar a él. 

Hay una sencilla solución:

En un vaso o tazón del tamaño que queramos, echemos agua caliente o bien leche de almendras, mezclemos un par de cucharadas soperas de cocoa pura en polvo, un chorreón de stevia y removamos. 

Y démosle un par de sorbos: verán cómo se les olvida instantáneamente la barra de chocolate.

Y si les gustan las bebidas frías, simplemente mezclen la cocoa en una pequeña cantidad de agua caliente para que se disuelva y a continuación enfríen la mezcla con agua fría y un par de cubitos de hielo.

Gracias a esta deliciosa bebida, usted satisfará su necesidad de chocolate, al tiempo que se nutre con dosis saludables de magnesio y  antioxidantes.

Pensamos que sólo las grasas pueden perjudicar nuestra salud, y nos desmelenamos completamente con los carbohidratos.

Pero realmente solo las grasas saturadas y las trans son francamente peligrosas, las monoinsaturadas e incluso las poliinsaturadas son, no solamente buenas, sino útiles. 

Veremos porqué:

Veremos que nuestro deseo por los dulces puede ser contenido por las grasas saludables. 

Es decir, si usted siente la necesidad de tomar dulce, pero lo sustituye por, por ejemplo, un puñado (8 ó 10) de nueces de macadamia o nueces normales, le producirá una sensación suficiente de saciedad. 

Y además contienen un buen porcentaje de grasas saludables que son fundamentales para nutrir nuestro cerebro y mantener sanas nuestras articulaciones.

Entre los frutos que podemos consumir para combatir nuestro deseo de azúcar también están las semillas de girasol o las de calabaza.

Como han podido comprobar, hay en estas tres sencillas formulas mucho más que unas simples recetas para saciar nuestro apetito. 

Son elementos fundamentales para facilitar nuestra disciplina para vencer nuestra adicción al azúcar. 

Y si nos las tomamos realmente en serio, veremos cómo conseguimos vencerla finalmente y además, lograr una mayor calidad de nuestra alimentación.