nutrientes esenciales

Todo el mundo ha oído hablar de los conservantes, pero ¿qué acciones ejercen exactamente en los alimentos? Luchar contra hongos y bacterias es su misión principal, pero cada microorganismo se combate de diferente manera. Aprende un poco más sobre ellos.

La Vitamina C es esencial para nuestro organismo. No sólo porque combate enfermedades oculares o cardiovasculares, entre otras, sino también porque su nivel toxicidad es muy pequeño. Y ya sabes: la puedes encontrar en todas las frutas que ves en el supermercado; elige la que más te guste.

Los aminoácidos son indispensables para el ser humano. Son auténticas fábricas de proteínas que nos aportan la energía necesaria para nuestro día a día y ayudan a regular el sistema nervioso. Las encontrarás, sobre todo, en los alimentos de origen animal.

Si el médico te dice que debes controlar el consumo de manteca, margarina y fritos en general, es por su alto contenido en ácidos grasos trans. Debes reducir al máximo su ingesta para evitar problemas cardiovasculares en el futuro e incorporar a tu dieta más pescados y vegetales.

Nuestro organismo necesita todo tipo de nutrientes para ayudarle a funcionar. El Triptófano es el aminoácido que influye en conductas tan cotidianas como el sueño o la sexualidad.

Las proteínas vegetales bien combinadas pueden aportar igual o más beneficios que las animales. Te mostramos las principales ventajas de consumir este tipo proteína.

Sabemos que la fibra alimenticia es esencial para gozar de buena salud. Puesto que la fibra se encuentra únicamente en frutas, verduras y semillas, el consumo de estos alimentos es de elevada importancia.

Esta vitamina forma parte del complejo B de vitaminas hidrosolubles, también es llamada Cobalamina y entre los numerosos procesos metabólicos que realiza destaca su participación en la formación celular.

A la hora de manipular o cocinar alimentos, es importante tener en cuenta la forma en que lo hacemos. El contenido de vitaminas inicial puede variar en función de éstas al igual que en su conservación o exposición.

La vitamina K necesita la presencia de bilis en el intestino delgado. Esto implica que para satisfacer nuestras necesidades es necesaria la ingesta de alimentos grasos.