Si quieres deshacerte de esos gorditos que tienes alrededor del estómago, es hora de cambiar la leche entera por descremada.

La leche descremada es un alimento muy completo, pues es una de las mejores fuentes de calcio, buena fuente de proteínas y vitaminas de la familia de las B (B1, B12, etc), contiene algo de carbohidratos y un vaso (250 ml) aporta solamente 100 calorías. 

Si sueles tomar mucha leche, al optar por la descremada puedes reducir significativamente el aporte de grasas saturadas y calorías en general y por lo tanto empezar a bajar de peso. 

La leche tiene fama de ser un alimento que produce alergias e intolerancia, así que si sientes malestar cuando la consumes puede ser probable que tengas intolerancia a la lactosa. Ante esta situación la opción es tomar leche deslactosada o, de ser necesario y recomendado por el médico, eliminar su consumo.

El principal beneficio que encontrarás al consumir leche descremada es la reducción del consumo de grasa, y es que mucha de la grasa en la leche entera es grasa saturada, que es la que aumenta el colesterol malo y problemas cardiacos. 

Y la diferencia es importante: la grasa saturada presente en la leche entera corresponde al 50% de su valor calórico, mientras que en la leche descremada es solamente del 4%.

Por otra parte, aunque puedes conseguir el calcio requerido por tu cuerpo diariamente a través de suplementos de calcio, según los expertos, es mejor hacerlo a través la alimentación y la leche, como ya hemos mencionado, es una de las mejores fuentes de calcio.

Algunos expertos recomiendan para personas de 9 años y más tomar 1 taza de leche al día, además de frutas y vegetales verdes para cubrir el requerimiento de calcio diario. 

Te recomendamos además que tomes, si encuentras, leche descremada fortificada con diferentes vitaminas, usualmente se consiguen leches fortificadas con vitaminas A, D, B y hierro.