La hipertensión consiste en una elevación de la presión arterial de forma crónica.
Si no se trata puede llegar a causar infarto de miocardio o un agrandamiento de los vasos sanguíneos provocando así un aneurisma.
La hipertensión no provoca síntomas, por lo que la única forma de averiguar si una persona padece hipertensión o no, es acudiendo al médico o farmacéutico para realizar la prueba.
Si la presión arterial sube demasiado, en ocasiones se puede detectar ya que el paciente sufre fuertes dolores de cabeza, mareos, sangrado de nariz…
Por todo esto hay que hacerse reconocimientos periódicos, ya que es la única manera de saber nuestro actual estado de salud.
Desayuno
- un vaso de leche descremada con un poquito de café si se desea
- dos tostadas ( sin sal) con mantequilla.
Comida
- Alcachofas a la brasa con una pizca de pimienta y ajo
- dos muslitos de pollo a la cerveza
Merienda
Cena
- verdura con patatas
- tortilla de atún
- una pieza de fruta
Se pueden consumir todo tipo de carnes, evitando las carnes en conserva ya que contienen un exceso de sal.
También se debe evitar la grasa de la carne así como la piel del pollo, debido a su alto contenido de grasa.
Con respecto al pescado y las legumbres se pueden comer sin restricción.
El pan se ha de comer sin sal.
Las personas con hipertensión han de intentar reducir al máximo el consumo de sal y aumentar el consumo de hortalizas y verduras.
- Bollería industrial
- Helados
- Pasteles
- Bebidas alcohólicas
- Bebidas no alcohólicas altas en sodio
- Café
- Té
- Conservas
- Embutidos
- Verdura
- Fruta natural
- Pescado
- Legumbres
- Frutos secos
- Tomates
- Setas