Como nutrióloga todas las semanas veo pacientes que reportan haberse portado al 100% durante la semana, pero al 0% durante el fin de semana con su dieta. Por lo regular estos pacientes no logran buenos resultados cuando de pérdida de peso se trata. Puede llegar a ser muy frustrante que todo el esfuerzo de 5 días se vaya a la basura por dos días de portarse mal.

Estar a dieta no es fácil, incluso entre semana que probablemente llevas una rutina, siempre habrá tentaciones, pasarás momentos de hambre y de mal humor, siempre te dará envidia que el compañerito de trabajo se esté comiendo una dona y un chocolate caliente a media mañana, mientras tu traes jícamas y pepinos en un tupper. Pero si la semana es difícil, el fin de semana las cosas se complican mucho más.

En los fines de semana siempre habrán salidas, invitaciones, ratos libres en los que en lo único que puedes pensar es en comida, idas al cine en dónde abunda el olor a palomitas con mantequilla, y sobretodo amigos y familiares que no ayudan rogándote que pruebes tal ó cuál cosa ó que no seas aburrido y tomes alcohol.

Se requiere GRAN fuerza de voluntad para sobrevivir a un fin de semana sin romper la dieta. Pero no todo es blanco ó negro. Sé que es difícil llevar la dieta perfectamente durante el fin de semana pero también hay niveles en el “romper la dieta”.

1.  COMPENSA: Sí te levantas a las 12:00 del día sin haber hecho nada de ejercicio, desayunas un gran plato de chilaquiles y fríjoles refritos además de 1 litro de jugo y 1 pieza de pan dulce, te la pasas botaneando papas hasta que llega la hora de la comida, sales a comer y pides botanas, entradas, plato fuerte con guarnición y postre y rematas en la noche tomando litros de alcohol con refresco y unos tacos al pastor para cerrar… que no te sorprenda que en un solo día puedas subir hasta 2 kilos.

La clave los fines de semana es elegir con que te vas a querer portar mal y compensar el resto del día portándote bien. Por ejemplo, si ya desayunaste los chilaquiles con fríjoles, evita el pan dulce y haz el resto de tu día muy ligerito comiendo sobretodo proteína magra como pollo, pavo ó pescado y muchas verduras. Si sabes que vas a tomar alcohol entonces toma eso como tu comida libre y el resto del día sigue tu dieta como lo harías entre semana. 

2.  PLANEA CON ANTICIPACIÓN:  Si sabes que tienes una cena, una boda ó cualquier evento, entonces guarda tus calorías para gastarlas en ese evento y haz el resto del día más que bien. Sobre todo evita los carbohidratos (panes, pastas, tortillas, arroz, fríjoles, papa) durante el día y come cosas poco grasosas para que así puedas comer un poco más libremente en tu evento.

3.  NO ABUSES: Ok, elegiste como comida libre la cena del sábado ya que tenías una boda, es entendible que no podrás elegir lo que te van a dar de cenar y no tiene nada de malo querer disfrutar una cena normal con los amigos, pero si ya comiste la abundante cena que te dieron en la boda, entonces no vayas a asaltar la mesa de dulces como si fueras un niño en Disneylandia. Una vez más la clave esta en compensar, sí ya le echaste ojo a la mesa de dulces y se te antoja muchísimo, entonces no comas todos los platillos de la cena, no comas pan ni postre y así guardarás espacio para uno que otro dulce más tarde.

4.  ¡AGUAS CON EL ALCOHOL!: El alcohol nos aporta calorías vacías, esto quiere decir que al no tener ninguna función metabólica en el cuerpo este se almacena como grasa casi inmediatamente, si a esto le sumamos la mezcla con refresco y jugos, se hace una bomba de azúcar y calorías. Si vas a tomar, sé moderado y recuerda mezclar con refresco light o con agua. De nada sirve que estés cuidando muchísimo tu dieta si la vas a romper con grandes cantidades de alcohol.

5.  ¡HAZ EJERCICIO!: Es fin de semana y lo único que quieres es descansar, pero por otro lado son los días de la semana en los que más tiempo libre tienes, aprovecha este tiempo para hacer una rutina de ejercicio intensa que te ayude a compensar con la comida y el alcohol que tomarás más tarde.

No se trata de vivir siempre restringido y no poder darnos gustos, pero cuando lo hagamos hay que hacerlo con moderación para lograr nuestras metas y objetivos.

Por: LN Daniela Galindo de Noriega
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