Día a día ves en la TV distintos programas y concursos de baile en los que los participantes entrenan por horas y terminan agotados. Muchos de ellos adelgazan rápidamente sólo con bailar. ¿Sabías que puedes lograr lo mismo? Sin embargo, no hace falta que te muevas hasta quedar exhausta para bajar unos cuantos kilos de más.

La cantidad de peso que pierdas depende del tipo de danza y la intensidad del ejercicio. Cuando una persona se mueve hasta elevar bastante su ritmo cardíaco, consigue un entrenamiento eficaz.  

Bailar, como ejercicio aeróbico y cardiovascular,  construye masa ósea, fortalece los músculos y ayuda bajar de peso.

• Quemas calorías: la danza es considerada como una actividad de intensidad moderada. Según los estándares, un adulto necesita hacer al menos media hora diaria de ejercicio moderado a intenso. La ventaja de bailar es que resulta más divertido que otros deportes que trabajan con la misma intensidad.
• Construyes masa muscular: las clases de baile de salón implican hacer movimientos hacia atrás, pasos largos y un importante esfuerzo con los muslos y glúteos. Así, representan una actividad que trabaja las áreas más problemáticas del cuerpo de las mujeres y provoca que se desarrolle tejido muscular. Esto sucede cada vez que encaras un nuevo tipo de entrenamiento.
• Ejercitas los abdominales y la espalda: son dos grupos musculares muy importantes para mantener la postura corporal (ya que se localizan en el centro del cuerpo). Cuando bailas pareces mover más los brazos y las piernas; sin embargo, el torso también trabaja y se vuelve mucho más fuerte.
• Desarrollas tu capacidad mental: buscar la coordinación y memorizar los pasos, exige mucha concentración, lo que ayuda a desarrollar la capacidad mental. Un estudio publicado en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra mostró que los pacientes a partir de 75 años que resolvían rompecabezas y bailaban tenían mucho menos riesgo de padecer demencia senil que aquellos que raramente practicaban cualquier danza. Además, bailar incrementa el flujo de sangre hacia el cerebro.
• Mejoras tu estado de ánimo: el aspecto social del baile hace que te resguardes de la soledad, la depresión y el estrés. Además, el efecto de la música tiene un poder relajan y estimulante a la vez para mejorar el humor.
• Confianza  en ti misma: desarrollar nuevas habilidades (por ejemplo, aprender a bailar) te traerá confianza en ti misma. En una fiesta o un evento social sabrás desempeñarte mejor y divertirte sin ayuda del alcohol.

Veremos algunos tips útiles para todas aquellas personas que deseen empezar a tomar clases de baile pero no lo han hecho antes. Tenemos los consejos de la terapeuta de baile Jane Wilson, de Nueva York.

• Busca un buen profesor que ponga el foco en tus capacidades y no en tus limitaciones.
• No intentes ser perfecta: sólo disfruta. Juzgarte duramente hace que te pongas piedras en el camino para cumplir tus metas.
• No te preocupes por tu peso corporal. Cualquier persona puede bailar.
• Compenétrate con la música y los movimientos de la danza. Busca alguna música que te inspire.