Si cuando te sientas a la mesa miras a tu alrededor, verás que la mayor parte de las personas comen muy rápidamente. Asimismo es muy común que quienes se toman su tiempo para almorzar o cenar tengan una figura esbelta. ¿Cuál es el motivo?

Ingerir alimentos en forma precipitada nos hace incorporar demasiadas calorías antes de poder caer en la cuenta de que hemos comido lo suficiente. Se calcula que transcurren unos 20 minutos entre el momento en que tomamos el primer bocado y el momento que el cerebro emite señales de sensación de saciedad.

Por eso, comer más lento otorga más tiempo al cerebro para que active la sensación de estar satisfechos. Y si te sientes llena antes, dejarás de comer antes también.

Algunos estudios recientes analizados en la Asociación Norteamericana de Estudios sobre Obesidad mostraron resultados concluyentes. Varios hombres y mujeres con sobrepeso tendían a incorporar menor cantidad de calorías cuando se tomaron más tiempo para comer.

Incluso, una investigación realizada en Japón con 1700 mujeres jóvenes mostró que ingerir los alimentos más lentamente las hizo sentirse llenas antes y al mismo tiempo, ingerir menos calorías. Incluso, se ha demostrado que los pacientes que han sido operados con cirugías bariátricas reconocen los signos de saciedad mucho antes si comen despacio.

Por el contrario, quienes teniendo un bypass gástrico comían rápido, perdían peso más lentamente porque tendían a sentirse menos llenos y por ende, a atracarse de comida. Más allá de estos casos ¿sabías que el mero hecho de disfrutar de la comida puede ayudarte a perder peso? Ahora veremos por qué.

• Trata de comer en forma regular y no dejes pasar más de 4 horas entre una comida y otra. Así te será más sencillo desacelerarte y acostumbrarte a comer con menos prisa.
• Intenta masticar al menos unas 20 veces cada bocado. Fíjate en el número de matizaciones y te darás cuenta lo rápido que estamos acostumbrados a comer.
• Si estás muy ocupada para sentarte a comer, haz pequeñas pausas de 15 minutos para respirar, cargarte de energías e incorporar una colación saludable. De esta manera conseguirás aliviar el estrés y hacer elecciones sabias al momento de comer.
• Antes de sentarte a comer, apaga el televisor y elimina todas las distracciones que te impidan concentrarte en tu plato.
• Coloca algo de música, enciende velas y ambienta el lugar donde comes para sentirte cómoda y relajada.
• Disfruta cada bocado, intentando percibir el sabor y la textura de la comida. Verás que te sentirás satisfecha sin tener que darte un atracón.
• Recuerda que nadie se lleva nuestra comida, tenemos el tiempo de nuestro lado para saborear y disfrutar cada bocado.