¿Detestas estar a dieta? Quizás te sorprenda saber que una dieta no es una fórmula que siempre funciona para adelgazar y mantener un peso estable a largo plazo. Para algunos expertos se trata solo de una iniciativa de corta duración que te prepara para alcanzar el peso ideal y lograr que la báscula no se vuelva a mover.

• Implica cambios drásticos: piensa en cuántas veces te has comprometido con un plan nutricional que implica tirar a la basura todo lo que guardas en el refrigerador, dejar de comer uno de los grupos principales de alimentos o tener que comprar ingredientes en tiendas especiales. Los cambios repentinos no son fáciles de implementar en tu estilo de vida, sobre todo cuando vives ocupada con el trabajo, los niños y mil actividades más.
  
  A menudo, las modificaciones de rutina que se hacen de la noche a la mañana resultan muy difíciles de mantener a largo plazo.
  
  

• Deja de lado el placer: sé honesta contigo misma y pregúntate en cuántas de las dietas que has seguido, disfrutabas de los platos que comías. Muchas veces, las dietas no solo te llevan a odiar los alimentos sino también dejar de lado actividades que amas, como salir a cenar a un restaurante o tomar un café con tus amigos. Si perder peso se vuelve un disgusto ¿serías capaz de seguir un régimen por el resto de tu vida?
  
  
  
• Es un plan a corto plazo: es probable que seas capaz de atenerte a una dieta por un par de semanas o meses y perder algo de peso. No obstante, una vez que te sales del plan puedes volver a ganar los kilos perdidos. Si te preguntas cómo hacer para mantener una figura y un peso estables por mucho tiempo, este método de “yo-yo” no es tu respuesta.
  
  Las dietas no son el camino para crear un estilo de vida sustentable, porque consisten en iniciativas con un límite de tiempo. De hecho, si conoces a alguien que adelgazó y consiguió mantener su nuevo peso, no fue por el régimen sino porque cambió sus hábitos y todo su estilo de vida.
  
  La buena noticia es que si quieres verte delgada y saludable para toda la vida, no necesitas hacer dieta. Pero entonces… ¿qué es lo que tienes que hacer?
  

• Implementa cambios graduales: en vez de cambiar absolutamente todos tus hábitos de una sola ves, haz lo mismo que haces siempre y come las mismas comidas, implementando pequeñas variaciones de manera gradual. Por ejemplo, puedes comenzar por reducir las porciones de tus platos un 5%.
  
  
• Escúchate y sé consciente de tus necesidades: ¿cuántas veces, después de terminar tu plato, has sentido que no necesitabas comer tanto para estar satisfecha? ¿O te obligaste a comer cosas que no te gustaban? Sé consciente de qué alimentos te hacen feliz y qué necesitas para sentirte bien. Así podrás nutrirte día a día sin sacrificar el disfrute.
  
  
• Cambia tu entorno: el índice de sobrepeso en la población aumenta cada vez más, en gran parte por nuestro entorno. Estamos rodeados de propuestas alimenticias poco saludables. Así, no te permitas ser una víctima del ambiente y evita que las tentaciones te controlen, quitándolas de tu vista. Puedes continuar comiendo los alimentos que te gustan, pero hazlo una elección consciente y deliberada.
  
  
• Implementa cambios sostenibles: cada vez que reemplaces un alimento por otro, pregúntate si serás capaz de mantener el cambio durante toda tu vida. Si sabes que no podrás, intenta con otra cosa. Se trata de cultivar hábitos a largo plazo, no de medidas momentáneas.
  
  
• Anímate a probar: debes pensar en los cambios que hagas como en un experimento. No obtendrás los resultados que buscas perfectamente la primera vez. Continúa siempre implementando nuevos ajustes en tu dieta y estilo de vida, intentando llevar un registro de lo que funciona y lo que no. Si algo no funciona para ti, no te desanimes, y siempre sigue adelante.
  
  
• Sé gentil contigo misma: mantener tu peso como quieres para toda la vida no es una carrera; tómate el objetivo con calma y sé gentil contigo misma. Si tienes sobrepeso, incluso perder 2 o 5 kilos mejorará tu vida. Una vez que hayas perdido los primeros 2 kilos, concéntrate en los 2 siguientes. Avanza todo el tiempo, pero dando pasos pequeños. Esta vez no hace falta esperar hasta alcanzar tu meta para sentirte bien.