Para que las dietas funcionen correctamente, la parte emocional juega un papel muy importante, es elemental el sentirse bien con el cuerpo que se tiene, con la proporción que este maneja, aceptar que hay cosas que genéticamente no podemos modificar. Amarnos como somos, como la naturaleza nos creó, con las proporciones que se nos dieron, es básico para empezar a querernos y dejar de castigar al cuerpo con dietas restrictivas que solo dañan a nuestros órganos.

Los seres humanos somos muy dados a culparnos por lo que hacemos o dejamos de hacer y más cuando se trata de comida. Nos culpamos por lo que comemos, por la cantidad que comemos, por no ser capaces de decir que no a algún postre, por no poder mantener una dieta, etc. Además, entre mas odies alguna parte de tu cuerpo, con menores condiciones te encuentras de cambiarla. Que irónico ¿no te parece?

Esto tiene mucho que ver con el poder de tus pensamientos, es decir, que tanta energía le pones al querer bajar de peso, al entrar en un régimen alimenticio, a la necesidad de sentirte delgado, etc. Lo que explica esto es lo siguiente:

Al día generas miles de pensamientos, millones de ideas que circulan por tu cabeza, ¿cuántos de esos son sobre lo que no te gusta de tu cuerpo?

¿Cuántos son sobre lo que no puedes comer porque engorda?

¿Cuántos de esos son sobre lo mal que te sientes contigo mismo?

¿Cuántos son sobre los esfuerzos que haces para evitar las comidas no saludables?

Piénsalo un poco y verás que el porcentaje es alto.

Y si piensas en: Cuántas veces tienes un pensamiento sobre el éxito que vas a tener con tu dieta. Lo bien que te ves. Qué rico estás comiendo. ¿Son menores verdad?

Las matemáticas no mienten, tu mente está más acostumbrada a pensar mal de tu cuerpo, de tus acciones, del fracaso en la dieta, etc., a estar pensando en lo bien que te ves desde que estás a dieta o lo bien que te sientes desde que comes sanamente. ¿Lo tienes? La energía que le pones al no va a funcionar es mucho mayor a la que le pones al éxito.

Por lo tanto, muchas personas que entran en diversos tipos de regímenes, ven pocos resultados, cuando a otras personas ese mismo régimen, le resultó maravilloso.

A veces, el problema es lo que quieres alcanzar. Ponerse metas imposibles de llegar sin poner en riesgo la salud, es un gran problema. El más repetido es el querer entrar en la ropa que usabas a los 15 años y más si ya tuviste hijos. La forma del cuerpo cambia con la edad y se modifica cuando se tienen hijos. Otro gran problema es que las personas no compran la ropa de acuerdo a su talla, la compran mas chica y eso siempre hará que los rollitos de carne se salgan por arriba de la cintura del pantalón o de una falda demasiado apretada, lo que lleva a siempre verte a ti misma, con más peso del que realmente tienes, como consejo: siempre compra ropa de acuerdo a tu talla, la correcta.

Otra situación es que algunas mujeres desean estar muy delgadas, como modelos de pasarela y si forma ósea no tiene esa facultad, esa forma, por naturaleza tienen caderas anchas u hombros grandes. Y cuando llegan a adelgazar de más, los huesos se les saltan, se llegan a ver demacradas o poco estéticas. Haciendo que esta situación tampoco haga feliz a las personas.

No estar conforme con el cuerpo que uno tiene, su forma y su volumen, cuando estos son estéticos y proporcionados, es lo que lleva a las personas a enfermar de bulimia o anorexia.

Actualmente estamos tan bombardeados por publicidad con hermosas mujeres, delgadas piernas, pieles perfectas, hermosas, hidratadas y sedosas, que en la vida real son imposibles de mantener todos los días las 24 horas del día. Es preciso que las personas estén muy conscientes de que es publicidad y que hay miles de trucos para lograr esos efectos, para llevar a una piel a que se vea de esa forma y que además están los retoques por computadora que tanto éxito han tenido.

Es absolutamente verdad que entre más conforme te encuentres con tu cuerpo, más feliz te sientes contigo mismo, cuando aprendes a sacar provecho de las cosas positivas que tienes, aprendes a arreglarte para sacarte partido, para lucir mejor y para estar más conforme. Y sobre todo, cuando le dedicas más energía a pensamientos positivos sobre ti mismo y el éxito que vas a tener siguiendo una dieta para bajar de peso, los resultados que verás serán mucho mejores, sin duda.