Incluir menos grasa en tu dieta para bajar de peso no significa que tengas que alimentarte de lechuga. Puedes realizar un régimen balanceado que te permita comer variado, rico y sano. Lo único que tienes que hacer es tomar algunos pequeños recaudos para limitar la cantidad de grasa que incorporas diariamente.

En primer lugar están los alimentos que debes evitar; muchos de ellos están relacionados con la comida rápida. Pollo, papas y cebolla demasiado fritos; pizzas con salami o salchichas; panceta; rollitos rellenos con ingredientes altos en grasa o demasiado queso; batidos fríos de gran tamaño con crema de leche, galletas con chips de chocolate y masas finas.

Pero ¡alto! Esto no significa que no puedas ir a un local de fast food y probar algo de lo que te gusta. Solo se trata de elegir las mismas comidas en versiones más saludables: por ejemplo, puedes comer pizza, pero con una cantidad de queso moderada y con verduras por encima, en vez de embutidos. Reemplaza una o dos porciones por ensaladas y frutas, para no ingerir tanta harina.

¿Sabías que incluso puedes seguir comiendo hamburguesas? Eso sí, tienes que buscar las que tengan menos grasa y elegir una de tamaño mediano, sin queso. En vez de papas fritas, la guarnición indicada será ensalada con condimentos de bajas calorías. Por otra parte, si quieres darte el gusto de un buen café, elige leche descremada y no le añadas crema por encima a la bebida. Ahora sí, veremos cómo hacer para reducir la grasa en las elecciones cotidianas.

• Carnes en general (incluye carnes rojas, pollo, pavo y pescado): remueve la capa de grasa de todos los cortes y quítales la piel a las aves de corral. Si quieres evitar que el pollo al horno quede seco, puedes retirar la piel después de cocinarlo. Por otra parte, tienes que evitar los embutidos y carnes en conserva de cualquier tipo. En cuanto al pescado, deja de lado los enlatados en aceite (por ejemplo, el atún).

• Aceites: En todos los casos es muy importante que cambies la forma de cocción. Freír los alimentos aporta calorías extra a todo lo que consumas. Elige otras maneras más sanas de prepararlos, como crudos, hervidos, a la plancha o al horno. Utiliza las versiones de aceite en aerosol para reducir la cantidad de aceite al cocinar. 

• Salsas y aderezos: tienes que descartar la mayonesa común y los aderezos a base de aceite. Presta atención a los envases y elige las versiones sin grasa, light o bajas calorías. Evita las salsas de pesto, alfredo, crema y queso.

• Lácteos: evita todos los que sean enteros y opta por leche, quesos y yogures descremados. En cuanto al queso, ten cuidado, pues existen versiones "bajas en grasa" que son igual de calóricos (como la ricota). Una buena alternativa es el queso cottage de bajas calorías.

• Dulces, galletas y postres: chocolates, galletas con chips, muffins de queso, papas fritas y palomitas de maíz son alimentos prohibidos en un régimen de alimentación balanceado. Aportan mucha azúcar, grasa y sal. A la hora de darte un gusto, elige postres saludables como frutas frescas (solas o combinadas en una macedonia), frutas enlatadas al agua, helado bajo en calorías y yogur descremado. Las propuestas más tentadoras, como las tortas, tartas, pasteles y budines tienen un alto contenido de grasa.