Leer bien las etiquetas de los envases prestando atención a los ingredientes, forma parte del estilo de vida de quien padece sensibilidad a ciertos aditivos alimentarios. Existe un conjunto de síntomas en individuos sensibles que puede ser relacionado con la presencia del glutamato monosódico en las comidas. Algunas personas han reportado sentir dolor de cabeza, confusión, dolor de pecho y sudoración excesiva después de haber consumido alimentos con GMS.

Todavía no ha sido lo suficientemente probado que haya una relación directa entre ciertos síntomas y el glutamato monosódico, pero si has padecido anomalías como las que acabamos de describir, sigue leyendo para tomar precauciones. 

Además, si estás intentando llevar una dieta más saludable, no es muy recomendable consumir productos con este tipo de aditivos, puesto que indican que es un producto bastante procesado.

Es bueno saber qué comidas incluyen GMS para poder reducir tu nivel de exposición a este agregado.

La mayor parte de quienes conocen algo del tema, saben que comúnmente el glutamato monosódico está presente en los restaurantes de comida china; sin embargo, es un aditivo que aparece en una gran variedad de comida procesada y empaquetada. No es exclusivo de los restaurantes de tipo oriental. El GMS es agregado a muchísimos alimentos para resaltar su sabor, e incluso aparece naturalmente en ciertas comidas.

Existe un químico llamado glutamato libre, que se forma automáticamente con el desglose de la proteína; combinado con el sodio libre forma GMS. Patatas, garbanzos, tomates, jugo de tomate, hongos, uvas y jugo de uvas, determinados tipos de queso (entre ellos, roquefort y parmesano), y zumos de fruta en general.

Con respecto a los alimentos elaborados, los snacks salados, los aderezos de ensaladas, las papas fritas, las cenas congeladas, los embutidos y las salsas –como la de soya- suelen incluir GMS. Resulta prácticamente imposible listar todas las comidas procesadas que contienen el aditivo; por eso, las mejores estrategias son hacer una lista de alimentos a evitar cuando vayas al supermercado y comprobar la información nutricional de cada paquete.

Al leer las etiquetas de los envases, descarta los que incluyan nombres como “proteína hidrolizada”, “ácido glutámico”, “extracto de levadura” y “levadura autolizada”. Suelen ser ingredientes que contienen GMS.

Si tienes sensibilidad, mide tu tolerancia y según tus reacciones intenta evitar el consumo de alimentos naturales que formen glutamato monosódico.

Cuando vayas a comer a una cadena de comida rápida, trata de elegir lugares donde esté advertido que los alimentos no incluyen GMS. Si no estás seguro, pregunta al personal antes de realizar tu orden. Ten en cuenta que la mayor parte de los restaurantes de comida chatarra sazonan las patatas fritas, los nuggets de pollo y las hamburguesas con este aditivo alimentario.