Todos los tipos de alcohol son bebidas que aportan muchas calorías extras a nuestra dieta, así que moderarse en su consuma le ayudará a no ganar kilos de más. No es necesario que fuerce la abstinencia de alcohol.

Aparte de las calorías que ya posee el alcohol, generalmente las combinamos con otras bebidas altas en calorías como refrescos o jugos dulces.

Además, estas bebidas le abren el apetito, por lo que le sugerimos que disminuya la ingesta de alcohol por día y por semana. Le recomendamos no tomar alcohol mas de dos veces al mes y no excederse cuando lo haga.

La falta de ejercicio hace que los músculos disminuyan su volumen y por lo tanto toda esa comida que consume de más se almacenará en forma de grasas. Haciendo ejercicio podrá quemar calorías de más que ingiere todos los días, así como las grasas acumuladas en su cuerpo.

Por otra parte, una mayor cantidad de músculo resulta en una mayor cantidad de calorías que el cuerpo requiere para mantener al músculo sano y activo.

Combinar una dieta balanceada con actividad física le ayudará a bajar esos kilos mucho más rápido, que si sólo hace la dieta.

Recuerde que comenzar con un precalentamiento es necesario para no lastimar sus músculos y articulaciones.

En muchos casos la obesidad es genética. Según numerosos estudios realizados por científicos de Estados Unidos, la obesidad se encuentra en los genes de muchas personas. Pero esto no quiere decir que esos individuos tienen que ser obesos, sino que tienen mayor predisposición a serlo.

La mayor influencia sobre el aumento de peso lo tiene el hábito alimenticio. 

Los genes de la obesidad pueden una pequeña dificultad para bajar de peso pero si sus hábitos correctos le ganan a esa predisposición, no tiene porque padecerla.

Esto incluye dormir por lo menos ocho horas diarias, no más ni menos. Manténgase alejado del estrés laboral o social. Intente hacer actividades que le gusten y disfrute con sus amigos, familiares o su pareja de acciones al aire libre. El ejercicio es sumamente importante. No se olvide de practicarlo por lo menos tres veces por semana.

Está comprobado científicamente que el estrés puede lograr que se le abra el apetito y que ayuda, por procesos químicos que desencadena, a la acumulación de grasa en el cuerpo. 

Hacer ejercicio todos los días le permitirá deshacerse del estrés que lleve consigo. Además, es recomendable que realice ejercicios de relajación en su casa y actividades que le generen paz.

Nunca esta de más consultar al medico de vez en cuando y monitorear su salud, esto lo ayudará a mantenerse sano en general. 

Si necesita bajar de peso, acuda con un nutricionista que lo oriente sobre una alimentación adecuada para sus necesidades personales.