¿Buscas perder peso, o encontrar una fórmula para que esos kilos que bajaste no vuelvan a aparecer? 

Si te está costando mucho mantener tu peso, es probable que haya algunos malos hábitos escondidos bajo tu alimentación de todos los días. Veamos cuáles son esas costumbres en la dieta que pueden hacerte engordar o que no te dejan quitarte de encima el sobrepeso.

1. No saber cuántas calorías consumes: la causa básica de la obesidad es incorporar más energía de la que se gasta. ¿Sabes con certeza cuántas calorías incorporas cada día? Intenta descargar una aplicación en tu móvil para controlar mejor este factor, que es el principal responsable del aumento de peso.
   
   
2. Utilizar platos muy grandes: el tamaño de la vajilla dice mucho sobre el tamaño de las porciones que comes. La solución más inteligente es cambiar tus platos por otros más pequeños. Cuando tu plato se ve lleno, incluso si es pequeño, no sientes que te estás privando de comida.
   
   
3. Ir al supermercado sin lista: las compras espontáneas pueden ser un gran sabotaje para tus esfuerzos por recuperar la línea. Cuando planificas tus compras, te comprometes a elegir alimentos saludables para cocinar y así mantener tu plan de descenso de peso.
   
   
4. No tener un plan alimenticio: saber qué vas a comer en los próximos días es esencial para evitar las malas elecciones. Sigue un plan de 3 comidas principales con 2 colaciones; prepara los alimentos para toda la semana y guárdalos en el refrigerador. Por ejemplo, haz ½ docena de huevos duros para el desayuno o la merienda, o prepara una gran olla de avena y repártela en porciones. Luego será fácil calentar las comidas en el microondas cada día.
   
   
5. Salir a cenar muy seguido: cuando una persona cena afuera tiende a comer alimentos más calóricos. Trata de cocinar tu propia comida y reduce la frecuencia de tus salidas a cenar. Si no comes en tu casa, elige las opciones más saludables del menú y controla las porciones, que en los restaurantes pueden ser excesivas.
   
   
6. Comer distraída: según un estudio publicado en la Revista Americana de Nutrición Clínica, si comes mirando TV o enviando mensajes de texto puedes ingerir hasta un 50% más de calorías. Tu mente no es plenamente consciente de lo que estás comiendo y así te sientes menos satisfecha. Trata de cuidar el momento de sentarte a la mesa, come despacio, en bocados pequeños, masticando con cuidado y disfrutando el momento.
   
   
7. No pesarte con frecuencia: controlarte en la balanza regularmente, al menos una vez por semana, puede ayudarte a adelgazar, ya que tienes un mayor control y estás más consiente de tu peso y de lo que te hace subir de peso. Tómalo como una herramienta para manejar tu dieta y ten en cuenta que las fluctuaciones diarias en el peso son normales. Pésate siempre por la mañana y utilizando siempre la misma balanza.
   
   
8. Subir fotos de comida a las redes sociales: las personas que intentan perder peso son muy sensibles a las señales del exterior. Mirar permanentemente fotos de postres, comidas con grasa y platos tentadores puede llevarlas a comer incluso cuando no sienten hambre. Procura cortar con tus deseos de estas bombas calóricas borrando las fotos y buscando inspiración en propuestas sanas.
   
   
9. Consumir bebidas calóricas: solamente mirando tus patrones de comportamiento al beber, un experto puede decirte qué riesgo tienes de sufrir sobrepeso en el futuro. Muchas bebidas  calóricas están relacionadas con la obesidad y la diabetes tipo II, ya que aportan muchas calorías sin darnos saciedad. Intenta hidratarte con agua, café sin calorías y té; evita las sodas y el café con aditivos dulces como crema o caramelo.
   
   
10. Hacer picoteos nocturnos: este es uno de los peores hábitos; diversos estudios han demostrado que quienes consumen la mayor proporción de calorías de noche tienden al sobrepeso mucho más que los que incorporan energía durante el día. Trata de no hacer ingestas grandes después de las 8 de la noche.
    
    
11. Desterrar los carbohidratos: esto es lo que proponen muchas dietas; sin embargo, el organismo necesita hidratos de carbono para convertirlos en energía. Lo que no debes hacer es excederte; procura quedarte con fuentes de hidratos saludables y ricas en fibra. Por ejemplo, granos integrales, garbanzos, frutas y verduras. Evita los alimentos procesados.
    
    
12. Obsesionarte con la dieta: los regímenes demasiado restrictivos y poco realistas casi siempre son abandonados al poco tiempo. En lugar de eso diseña un plan alimenticio flexible y saludable, adaptado a tu estilo de vida a largo plazo, para poder adelgazar y mantenerte.
    
    
13. Determinadas amistades: ciertos estudios sugieren que la obesidad es contagiosa, ya que las personas suelen compartir los mismos hábitos de su círculo social. ¿Sabías que eres 57% más susceptible de ser obesa si lo es tu mejor amiga? No hace falta que te pelees con tus seres queridos, pero sí ser consciente de sus malos hábitos para no adoptarlos. Invítalos a llevar costumbres más sanas codo a codo.
    
    
14. Comer por ansiedad: algunas personas picotean porque están aburridas, estresadas, tristes o solas. No debes manejar tus sentimientos por medio de la comida. Intenta estar plenamente consciente cuando te sientes a la mesa para comer por hambre y no por tus desequilibrios emocionales. Puedes llevar un diario para expresar tus sentimientos.
    
    
15. Incorporar demasiado azúcar: los antojos suelen incluir atracones de alimentos ricos en azúcar. Trata de evitar los sustitutos (los edulcorantes disparan el deseo de comer dulces), las gaseosas y la comida empacada con azúcares añadidos. Si tienes un antojo, elige una fruta.
    
    
16. Obsesionarte con los alimentos light: muchos sustitutos supuestamente 0% grasas o "light", no lo son realmente, ya que contienen otros ingredientes que les suman calorías o que son dañinos. La mejor forma de perder kilos es optar por alimentos sin procesar, como frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.
    
    
17. No dormir lo suficiente: sin el descanso suficiente, el cuerpo interrumpe el balance de las hormonas que regulan el apetito, haciéndote sentir más hambre. Intenta descansar entre 7 y 8 horas cada noche, acostándote siempre a la misma hora.
    
    
18. No hacer ejercicio: si piensas que no tienes tiempo, implementa costumbres como usar escaleras en vez de ascensor y sal a caminar en la pausa del almuerzo. Cualquier pequeña cantidad de ejercicio es mejor que el sedentarismo.