La mayor parte de los nutricionistas indican una fórmula muy simple para mantener el sistema digestivo sano: consumir fibra, tomar abundantes líquidos y practicar actividad física. 

Es muy importante inculcar estos hábitos saludables en nuestros hijos para que no desarrollen problemas de salud en el futuro. A continuación te contamos algunos trucos para brindarles una dieta rica en fibras pero que también los tiente.

Según los profesionales, una comida con mucha fibra es aquella que contiene entre 3 y 5 gramos (como mínimo) por porción. Las organizaciones internacionales de salud recomiendan incorporar diariamente 19 gramos –si se trata de niños entre 1 y 3 años- y 25 gramos de fibra para los niños entre 4 y 8 años.

• Peras y bananas con cáscara.
• Garbanzos: si combinas los porotos negros, los frijoles y las judías en una misma ración, estarás aportando 16 gramos de fibra a la dieta de tus hijos.
• Cereales: los que son integrales contienen 5 gramos de fibra por porción.
• Sándwiches de pan integral.
• Muffins hechos con harinas integrales.
• Papas al horno con piel: una buena idea es agregarles crema ácida light, brócoli y cebolla.
• Yogur: aporta probióticos, microorganismos esenciales para el buen funcionamiento de los intestinos.
• Frutos del bosque: sobre todo la frambuesa es una excelente fuente de fibra. Haz que tus hijos coman yogur con frutos del bosque y semillas en el desayuno. 

Aquí veremos un listado de comidas que deberías desterrar de la mesa si tus hijos tienden tendencia a la constipación. Por lo general, los alimentos que están relacionados con esta anomalía son:

• Cereal de arroz.
• Harinas y azúcares refinados.
• Arroz blanco refinado.
• Lácteos.
• Suplementos vitamínicos con hierro.

Si bien debes cuidar la alimentación de tus hijos para que consuman más fibra, tampoco tienes que olvidarte que la dieta debe ser acompañada con otros hábitos, como la ingesta de líquidos. Sobre todo, los niños que hacen deporte o pasan mucho tiempo al aire libre pierden agua con la transpiración y necesitan reponerla. Lo mejor es el agua y no las bebidas energéticas, para evitar el exceso de azúcar.

Por otra parte, tus hijos deben realizar actividad física para mantener sus intestinos sanos. El movimiento estimula la actividad del tracto digestivo, lo que facilita al organismo el proceso de asimilación de nutrientes. Finalmente, intenta alejarlos de las situaciones de estrés, pues esto puede agravar los problemas de constipación. No olvides consultar con el pediatra ante cualquier anomalía.