La autodieta

“Conjunto de sustancias alimentarias que se ingieren, formando hábitos o comportamientos nutricionales de los animales, y por tanto, parte de su estilo de vida.”

Así pues, podemos usar esta palabra para referirnos a cualquier ser vivo, no solo al ser humano.  La dieta tiene diferentes factores: sociales, económicos, personales y culturales.

En muchas ocasiones, se confunde dieta con un régimen especial para bajar de peso o para tratar ciertas enfermedades. En este caso estamos hablando de una modificación del hábito alimentario, es decir, una modificación de la dieta.

Bien, terminado este pequeño paréntesis que a mi parecer, era indispensable, vamos al grano de la cuestión.

Hace unos días estaba buscando unos videos sobre dietética y nutrición para publicarlos en el sitio web que administro. Así que me meto en Youtube y empiezo a buscar por palabras clave como dieta, alimentación, nutrición, etc., con la esperanza de encontrar algún canal donde este tema iba a ser tratado en serio, o sea, hablando concretamente de los alimentos y sus propiedades, o los hábitos alimenticios según trastornos relacionados, en fin, algún profesional que estuviera tratando el tema de la alimentación como es debido.

No digo que no lo haya, pero en mi búsqueda lo que he visto ha sido algo increíble. Me he encontrado con una cantidad enorme de videos sobre dietas adelgazantes hechas por personas que, sinceramente, de profesional no tenían absolutamente nada.

Pero lo más increíble aún, ha sido ver la cantidad de visualizaciones que estos videos tienen, casi todos sobrepasaban el millón de visitas, unos cuantos de ellos hasta seis u ocho millones de visualizaciones.

Pues, esto me ha echo pensar.

Cuantas personas quieren adelgazar y en lugar de acudir a un profesional que elabore un régimen alimentario adecuado y personalizado, prefieren seguir una “dieta” hecha por ellos mismo. Con todos los peligros que esto supone.

Tanta es la gana de tener un cuerpo “en condiciones” y cuanto antes, que no se tiene en cuenta si el sujeto en cuestión pueda permitirse consumir o prescindir de algún alimento y en consecuencia, de los nutrientes que estos aportan.

No voy a hablar de la “dieta de la manzana”, de la “dieta del pepinillo” o de otras “dietas” que lo único que aportan es un malestar físico y emocional si se siguen a largo plazo. Hago especial hincapié en el consumo responsable que cada uno de nosotros debería hacer de los recursos alimentarios a nuestra disposición.

Recibo muchos emails en donde la gente me escribe que quiere comer saludable, cambiar sus hábitos y seguir una dieta adelgazante elaborada por un profesional.

Es mi responsabilidad como profesional del campo de la nutrición y la dietética intentar ayudar a todos lo que acuden a mi para consejos y evaluaciones del estado nutriciona, pero luego, en el momento de seguir seriamente una dieta elaborada según los paramentos personales de los encuestados, solo un pequeño porcentaje vuelve para que se le prepare un plan nutricional.

Digo esto porque una dieta de adelgazamiento no puede y no debe ser superior a la perdida de peso razonable semanal de entre 500/800gr sin que esto afecte negativamente a la persona, y también para que el cuerpo y la mente se acostumbren al nuevo hábito alimenticio sin tener miedo a una recaída.

Es decir, si un individuo tiene que perder 10kg de peso, debería hacerlo en un tiempo no inferior a los 5 meses, con la alimentación adecuada y teniendo en cuenta todos y cada uno de los factores.

El ejercicio físico (también un simple paseo de una hora) es indispensable como el consumo diario de al menos 2,5 L de agua.

Pero cuantos de nosotros respetan estas dos simples reglas de vida saludable.

En resumen, el estilo de vida de la sociedad actual nos lleva a tomar decisiones a veces discutibles, dejando a un lado lo que en realidad todos necesitamos, que es nada más y nada menos que gozar de una buena salud y disfrutar de una vida sana y placentera.