Antes de entrar en el tema de este artículo, vamos a hacer un breve recordatorio de los beneficios en general de la ingesta de fruta: ¿cuánta fruta debemos comer todos los días?.
Lo que se recomienda habitualmente para hombres y mujeres desde los 14 hasta los 30 años de edad es un mínimo de dos tazas o piezas de frutas al día.
Pero esto es sólo un dato orientativo acerca de la cantidad mínima de fruta que se debe ingerir todos los días.
El arándano es una fruta que ingerida según la pauta que iremos dando, conseguirá que nuestro vientre pierda la grasa que le sobra.
Sus beneficios son muchos, especialmente su alto contenido en antioxidantes del tipo de antocianinas, vitamina C, para mantener nuestro sistema inmunitario fuerte, y altas concentraciones de vitamina E, que ayudarán activamente contra el envejecimiento.
La dieta de arándanos es una mezcla perfecta entre las capacidades para reducir la grasa de nuestro vientre, adelgazar y el efecto rejuvenecedor.
Gracias a ella, obtendremos vitaminas, antioxidantes, minerales y otros principios que usted necesita para perder la grasa abdominal, reducir el colesterol y subsidiariamente conseguir un mejor control sobre el azúcar en sangre.
Y todo eso sólo comiendo arándanos frescos todos los días.
Adelgazar mientras hacemos una dieta saludable y sabrosa de arándanos: ¿qué más podemos pedir?
Lo ideal es que a lo largo del día nos tomemos de 2 a 3 tazas de arándanos.
El modo de tomarlos es similar al de cualquier otra dieta de frutas: al comenzar el día, en el desayuno, nos tomaremos una taza.
Mas tarde, ya a la hora del almuerzo, por ejemplo, podría tomar otra taza de arándanos.
También se pueden incluir a la hora de las colaciones, ya sea a media tarde o media mañana.
Sin embargo, como mínimo debería de poder tomar las dos tazas, así cumplirá con lo mínimo imprescindible de esta dieta.
Por otra parte, es recomendable también tomar alguna porción de otra fruta, ya que cada una, nos aporta distintos nutrientes indispensables y no queremos tener falta de ninguno.
Como hemos comentado, no sólo ayuda a reducir la cantidad de grasa abdominal acumulada, sino que además, reduce el nivel de colesterol y mejora la glucemia, produciéndose así una mejora de nuestra salud y de nuestro peso notorias.
Sin embargo, dado que cada vez hay más personas diagnosticadas de diabetes y síndrome metabólico, perder peso no es suficiente, por eso el arándano es especialmente útil, ya que la pérdida de peso que promueve no es a costa de su salud, sino promoviéndola.
Veamos esto más detenidamente:
Ello se ha relacionado con la presencia de los antioxidantes en los arándanos.
Al mismo tiempo, están emparentados con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.
Esto se debe a la capacidad de la antocianina (el antioxidante presente en los arándanos) para cambiar la forma en que el cuerpo almacena y procesa la glucosa.
Hay otro alimento que también contiene antocianinas, las berenjenas, pero a diferencia de ésta, no produce hinchazón del cuerpo.
Además, los estudios de laboratorio avalan la pérdida de peso promovida por los arándanos, en ratas de laboratorio, a pesar de una alta ingesta de grasas.
Otro de los beneficios de los arándanos se halla en que bloquean de forma natural el acúmulo de colesterol, ya que reduce la producción de una enzima, la HMG-CoA reductasa, que se produce en el hígado para crear colesterol.
Usa el mismo mecanismo de acción que las estatinas, medicamentos artificiales creados al efecto.
Sin embargo, a diferencia de éstas, los arándanos no dañan nuestro hígado, como potencialmente sucede con las estatinas.
Más del 8,3 % de la población de EEUU padece diabetes, lo que supone más de 20 millones de niños y adultos en todos los Estados Unidos.
Por otro lado, se estima que más de 50 millones de personas padecen síndrome metabólico, estén o no diagnosticados.
Y para estos graves problemas de salud, los arándanos han mostrado su utilidad gracias a su contenido en polifenoles.
Han demostrado que pueden ayudar a prevenir tanto la diabetes como el síndrome metabólico.
Una dieta rica en arándanos ha demostrado que puede combatir la hiperglucemia debida a la resistencia a la insulina, lo que se traduce en un mejor control de la glucemia.
Para todos los que padecen cualquiera de las dos enfermedades, los polifenoles de los arándanos pueden ser la solución para mantener la glucosa dentro de valores normales o cercanos a la normalidad, contribuyendo así al control de la presión arterial.
Cuando lo necesite, descanse:
Hay un fenómeno que suele suceder cuando hemos estado sometidos a una disciplina rigurosa de dieta y ejercicio, y es que a veces, después de intentar esforzadamente perder peso y hace ejercicio, no solamente nos sentimos desmotivados, sino que hasta podemos ganar algo de peso.
Ello se debe a que nos quedamos sin “combustible” debido a no tener los descansos que necesitamos.
Es el “asesino frío” de las dietas.
Hay tres posibles razones que pueden hacer que dejemos nuestra dieta.
En primer lugar, que tengamos éxito: las mieles del éxito enturbian nuestra voluntad.
En segundo lugar, una derrota total: la dieta simplemente no funcionaba, tal vez por una mala elección.
En tercer lugar, el estrés.
Cuando usted está estresado, el cuerpo padece múltiples trastornos.
Si además, no tenemos descansos, el estrés se acumula, y esto no sólo afecta a nuestra relaciones interpersonales, al trabajo y al hogar, sino que alcanza definitivamente a nuestra dieta y a nuestras rutinas de ejercicio como un virus maligno.
Así que tome los descansos que necesite, ya sea del ejercicio, o de la dieta (comer arándanos), porque es importante para una pérdida estable de peso y adelgazar.
No tengas miedo de mezclar y combinar
Aunque la comparación no sea exacto, lo cierto es que cuando nos levantamos para ir a trabajar, siempre tenemos que hacer una elección de la indumentaria que llevaremos y cómo la combinaremos, qué complementos combinan mejor unos con otros.
Puede ser enormemente tedioso, como sucede con algunas dietas.
Sin embargo, con los arándanos, esto no sucede así, ya que conjugan con casi cualquier cosa.
Y es que los arándanos sirven para casi cualquier estado de ánimo y casi cualquier ocasión.
Además, se pueden comer crudas, mezcladas en un tazón de yogur o formar parte de un espléndido batido de arándanos y plátanos con leche descremada para comenzar una mañana con fuerza y además, adelgazar.
Los podemos combinar como hemos visto, con otras frutas como naranjas, manzanas, uvas y muchas más, y con esas recetas podemos lograr un efecto sinérgico entre frutas y verduras.
Evitar el tomar aperitivos o picar algo entre comidas puede ser espantosamente difícil si estamos sometidos a una dieta para adelgazar, por eso los pequeños tentempiés pueden ser la única solución para superar este escollo.
No suponen una ingesta calórica desmedida y alivian la ansiedad que el hambre insoportable nos puede suscitar.
Para eso vienen muy bien los arándanos, porque aportan una cantidad muy ajustada de calorías (entre 100 a 150 por tazón) y son enormemente saludables, como ya hemos ido viendo.
Como hemos visto, es una dieta sencilla y práctica.
Y aunque no existe una evidencia científica incontrovertible acerca de la eficacia de la dieta de arándanos para perder unos cuantos kilos en poco tiempo, lo cierto es que la posibilidad que proporciona esta dieta de diversificar y combinar multitud de alimentos proporciona una gran nutrición y un enorme equilibrio, y le da la libertad para probar cosas nuevas.
Y es que eso está en la naturaleza del ser humano: probar cosas nuevas.
Eso se aplica a esta dieta de los arándanos, en el sentido de que no tenemos que mantenernos pegados a unos límites estrechos e inamovibles, sólo hemos de llenar un simple requisito, que no creemos que duela demasiado cumplir:
Comer 2 ó 3 tazas de arándanos todos los días.
Esa es la única regla de la dieta de arándanos, ¿fácil no?.
Pues ánimo, y pruébenla, seguro que no lo lamentan.