No importa cuál sea el motivo: para verse bien en el traje de baño, estar saludables, recuperar la línea, lo cierto es que todas las personas que desean adelgazar encuentran muy estimulante el ver cómo se reducen los números en la balanza. 

Con un plan equilibrado y saludable puedes lograr metas reales, palpables y duraderas para verte como quieres sin recuperar los kilos perdidos. A continuación veremos consejos útiles para reducir el exceso de peso.

1. Tomar un desayuno integral: 1 porción de proteínas, 2 piezas de frutas y verduras, 1 de granos y un poco de lácteos es la proporción de comida perfecta para empezar el día. Tendrás la energía que necesitas para toda la mañana y no sentirás deseos de comer colaciones poco saludables en unas horas.
   
   
2. Beber agua: 8 vasos regulares de agua por día son la medida ideal para mantenerte hidratada, eliminar tu sed y controlar las punzadas de hambre. Con solo un vaso conseguirás reducir tus impulsos de ir a la heladera.
   
   
3. Haz elecciones más sanas: sustituye tus comidas habituales por versiones más sanas, para darle a tu organismo los nutrientes necesarios sin agregar grasa ni hidratos en exceso. Por ejemplo, escoge leche descremada en vez de entera, palomitas de maíz naturales sin manteca, avena en vez de cereales azucarados, pasteles menos pesados.
   
   
4. Come más seguido: en vez de consumir 3 comidas gigantescas en un día (lo que pasa cada vez que dejas transcurrir muchas horas entre una ingesta y otra) procura hacer colaciones pequeñas para sentir menos hambre y acelerar tu metabolismo. Recuerda que cuando dejas de comer, tu cuerpo entra instintivamente en modo de supervivencia y quemar las calorías se hace mucho más difícil.
   
   
5. Usa platos pequeños: trata de engañar la vista para hacer creer a tu estómago que estás comiendo más, utilizando vajilla de tamaño pequeño. Llena el plato con la medida adecuada y resiste la tentación de repetir. La ración ideal es la del plato para ensalada.
   
   
6. Incorpora más fibra: las comidas con fibra brindan sensación de saciedad y ayudan al proceso de la digestión. Algunas buenas opciones son los granos integrales, las verduras y la mayor parte de las frutas.
   
   
7. Muévete más: en tus actividades cotidianas, intenta colocar excusas para moverte más, como utilizar la escalera en vez del ascensor, estacionar lejos de la oficina y caminar hasta el escritorio de un compañero de trabajo en vez de llamarlo por teléfono para dejarle un mensaje.
   
   
8. Lleva un diario: debes procurar registrar cada bocado que comes para ser consciente de tu dieta. Llegarás a sorprenderte de cuántas calorías extras añades a tu alimentación diaria casi sin darte cuenta. Probar un poco de comida extra atenta contra tus esfuerzos para perder peso.
   
   
9. Come lentamente: siéntate y disfruta del ritual de la comida; corta trozos pequeños y mastica bien los alimentos. Este proceso ayuda a la digestión y le da tiempo a tu organismo para emitir las señales de la saciedad, logrando sentirte satisfecha con menos comida.
   
   
10. Haz dieta con una amiga: nada mejor que tener un buen compañero que te sostenga en tus metas. Si te gusta competir, aquí tendrás tu desafío; si simplemente deseas disfrutar de la compañía, también puedes probar a adelgazar a la par de un ser querido.