7 Importantes Motivos Por Los Que Las Mujeres No Pierden Peso

Si tu eres de esas mujeres que se encuentran en un gran estado físico, pero siguen con esos últimos kilos de más, entonces este artículo es para ti. Estas son las áreas principales que las mujeres olvidan, incluso cuando piensan que todo lo que hacen es saludable. A diferencia de los métodos de solución rápida que encontrarás por ahí, aquí desmenuzamos la raíz de tus problemas.

1. Desequilibrio de estrógenos y progesterona

Muchas mujeres, especialmente aquellas en etapa de reproducción, tienen un problema de predominio de estrógenos. Si haces ejercicio diariamente, es probable que estés utilizando toda tu progesterona y el estrógeno tome el control. Otras causas del predominio de estrógenos incluyen factores ambientales, tales como pesticidas, plásticos, productos de desecho industrial, escapes de automóviles, carnes, sopas, muebles y alfombras.

La dieta, evitar los xenoestrógenos del medio ambiente y tomar suplementos, puede aumentar tu progesterona y disminuir el predominio de estrógenos. Existen muchos libros, sitios webs y artículos detallados que han sido útiles y que también podrían ayudarte a ti con este problema.

2. No tienes suficiente vitamina D

Posiblemente debido a nuestra conciencia acerca del cáncer de piel y el uso de protectores solares, nuestros niveles de vitamina D son más bajos de lo que eran hace décadas. La vitamina D actúa como una hormona en nuestros cuerpos, y la deficiencia de la misma se ha relacionado a alergias, asma, ganancia de peso, fatiga, alergias a alimentos e incluso cáncer. Los niveles de vitamina D pueden verificarse con tu médico, y los suplementos de vitamina D pueden encontrarse de varias presentaciones.

3. Tienes el cortisol elevado

Los niveles altos de cortisol (nuestra hormona del estrés) es otra de las grandes razones por las que tendemos a retener la grasa en nuestra área abdominal, hacer varias actividades durante el día, incluído el ejercicio y estar siempre con mucha prisa incrementa los niveles de cortisol y trabaja en contra de del objetivo de adelgazar.

Si sientes que necesitas tener una ingesta constante de cafeína, significa que estás teniendo muchos altibajos por culpa del cortisol. El cortisol está asociado a un apetito creciente, antojos de azúcar y aumento de peso. Necesitas bajar tus niveles de estrés y relajarte a diario con lo que sea que apague tu hipervigilancia, incluso si solo es por 10 minutos al día.

4. Estás comiendo alimentos “saludables”, pero procesados

El exceso de sodio, GMO (organismos genéticamente modificados) y azúcar, todos son ingredientes escondidos, los cuales causan inflamación y un aumento de peso en exceso. Sólo porque provenga de una tienda de alimentos saludables y sea “libre de gluten” o “bajo en calorías” o “natural”, NO significa que sea bueno para ti. Me tomó mucho tiempo entender esto, porque todo aquello con las palabras “natural” y “saludable” llama mucho la atención.

5. Estás comiendo muchas grasa

La dieta Paleo y otras más, que son altas en grasas, funcionan para algunas personas, pero a muchas mujeres no les va bien con ellas. Es posible que nuestros cuerpos se lleven bien con la grasa, especialmente cuando se añaden vegetales, pero ten cuidado de no sobrepasarte.

6. No tienes un descanso de calidad

Esto sigue siendo una gran verdad. Tus hormonas lo necesitan. Tus músculos lo necesitan para repararse y tu cerebro lo necesita. Las dos hormonas que son clave en la relación entre el sueño y la pérdida de peso son la grelina y la leptina. Puesto de una forma sencilla, la leptina nos dice cuándo dejar de comer y cuándo te hace falta dormir. La grelina es la hormona que te dice cuándo comer, y cuando te hace falta dormir, produces más grelina.

En relación a lo anterior, la melatonina y el magnesio como suplementos son buenos para estabilizar estas situaciones.

7. No estás comiendo suficientes vegetales crucíferos

Los vegetales crucíferos son aquellos que pertenecen a la familia vegetal Brassicaceae, e incluyen el repollo, col, coliflor, bok choy, brócoli y otros vegetales verdes similares. No sólo son buenos para ti debido a que crean la sensación de satisfacción, gracias a la fibra, sino que también son buenos para el metabolismo del estrógeno a través de un compuesto llamado índole-3-carbinol (I3C). Es una fuente natural de DIM (3.3-Diindolilmetano) que ayuda al equilibrio de estrógeno. Esta es la forma más barata y fácil de que tus hormonas, y tu peso, estén en un balance perfecto.