Existen, aunque nos parezca increíble, ciertos alimentos que nos ayudan a perder peso, y eso es así porque ayudan a que nos sintamos saciados durante mucho más tiempo, con lo que nuestras ansias por comer disminuyen.

Se comprobó en un estudio realizado con mujeres jóvenes que padecían sobrepeso que si desayunaban 35 gramos de proteínas (posiblemente más de lo que solían comer a lo largo del día) se sentían más llenas inmediatamente. 

El desayuno incluía 350 calorías a base de huevos y jamón de pavo. 

El efecto de dicho desayuno se prolongó a lo largo de todo el día, en muchas ocasiones, reduciendo la cantidad de grasas y azúcares que comían por la noche, algo que no sucedía en aquéllas que se desayunaban con un tazón de cereales.

Es un truco muy eficaz añadirle verduras a nuestros platos, pero no poniéndolas simplemente al lado del plato: los investigadores de Penn State comprobaron que añadiendo puré de coliflor y de calabacín en una hamburguesa Mac con queso, la gente la disfrutaba igualmente, pero realmente estaban comiendo unas 200 – 350 calorías menos. 

Así que simplemente añadiendo estos purés a nuestros platos, los hacemos más sabrosos y menos calóricos, al mismo tiempo.

Los frijoles constituyen una gran fuente de proteínas, pero además, contienen gran cantidad de fibra, por lo que se digieren lentamente. Por todo esto, lógicamente nos sentimos saciados durante mucho más tiempo. 

Además, son un plato con mucha versatilidad, los podemos preparar de muchas formas, y para colmo, son baratos.

Los estudios demuestran que cuando las personas consumen  frutos secos como refuerzo de su energía, comen menos en las comidas posteriores. 

Así que como refrigerio de merienda, coma un pequeño puñado de almendras, o nueces o cacahuetes. 

Saciará su hambre y comerá menos después.

Una forma sencilla de comer menos es poner una sopa como entrante. Pero que sea a base de caldo y no incluya ni crema ni mantequilla en la misma. 

Puede ser también tipo de puré, pero con esto usted ingiere unas 100 – 150 calorías que se digieren muy bien y al saciarle, evita que usted coma más de lo que necesita en los siguientes platos.

Se sabe que las frutas enteras tienen más fibra que los jugos naturales de la misma fruta. 

Así que en vez de tomar purés o jugos de manzana, tome una pieza entera, masticándola detenidamente, así se envían al cerebro señales de que estamos comiendo algo sustancioso.

En un estudio realizado en la Universidad de Harvard sobre 120.000 personas durante 10 años, se demostró de que de todos los alimentos investigados, el yogurt era el que más estaba implicado en la pérdida de peso.

Las investigaciones realizadas por la Clínica Scripps en San Diego demostraron que aquéllas personas obesas que consumían medio pomelo o toronja antes de cada comida, rebajaron su peso en promedio de un kilo y medio en unas 12 semanas. Igualmente pasaba con el jugo de dicha fruta. 

Así que sí, el pomelo puede ayudarle a perder peso, especialmente si usted está en riego de padecer diabetes.

Aunque los efectos de la toronja no se deben a que tenga propiedades quema grasas, sino a su efecto saciante.

Eso sí, debe tener precaución con dicha fruta si está tomando algunos medicamentos: consulte a su médico o farmacéutico.

Sea inteligente a la hora de comprar y no cargue su carrito con productos dañinos, sino con proteínas magras, vegetales frescos, granos enteros (a ser posible) y frutas frescas.

Pues como dice el investigador de los alimentos A. Dubost, para una pérdida de peso eficaz y que dure, es fundamental la generalidad de lo que comemos, no los alimentos que aisladamente ingiramos.