Muchas personas desean bajar de peso rápido y para eso, eligen no tomar el desayuno. También existe la creencia de que no comer por varios días ayuda a desintoxicar el cuerpo; no obstante, el organismo cuenta con recursos propios para hacerlo. 

Las dietas rápidas proponen tomar únicamente líquidos y no comida; otras cortan calorías de manera drástica… ¿No comer nada durante todo el día es útil para sacarse kilos de encima?

Es importante tener en cuenta que ciertos grupos específicos de personas no deben ayunar. Por ejemplo, los diabéticos, porque pueden presentar alteraciones graves con respecto a su azúcar en sangre. Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia tampoco deben hacerlo, lo mismo que los niños y los adultos mayores. De todas maneras, a continuación veremos por qué no es un método útil tampoco para personas sanas y normales que quieren adelgazar. 

Todos sabemos que para perder peso es necesario ingerir menos calorías de las que se gastan. Sin embargo, cuando no comes tu organismo entra en “modo supervivencia”, lo que significa un ahorro de energía para no consumir las reservas de calorías. Es decir que cuando dejas de comer, tu metabolismo se desacelera. Y en suma, disminuye tu capacidad de quemar grasa.

Cuando ayunas por un tiempo bajas de peso, pero una vez que regresas a tu dieta habitual, vuelves a ganar los kilos perdidos. ¿Por qué? Porque ante la ingesta pobre, tu cuerpo se ajusta a la nueva situación reduciendo tu apetito; entonces, al principio consigues tener menos hambre, aunque cuando vuelves a comer, te sientes más hambrienta que nunca. Como consecuencia, puedes caer en atracones de comida.

Por todas estas razones, ayunar no sirve para adelgazar y mantenerse en línea a largo plazo. Una vez que se recuperan los hábitos normales, se vuelve a engordar. 

Además, ayunar por un tiempo largo puede llevar a padecer problemas de salud relacionados con una nutrición deficiente. Si tu cuerpo no obtiene las vitaminas, minerales y otros elementos indispensables, puede desarrollar fatiga, mareos, constipación, deshidratación e hipotermia.