Antes de entrar en materia, hemos de hacer una precisión o diferenciación: si lo que se está pretendiendo es perder peso por medio de la realización de los ejercicios de los bailarines, la dieta de un profesional es demasiado alta en calorías para usted.
Por otro lado, si usted es un estudiante avanzado y serio encaminándose al ejercicio profesional, es imprescindible que aprenda cuanto antes los principios nutricionales adecuados para usted, así se ahorrará muchos quebraderos de cabeza..., y de otras cosas.
Los profesionales del ballet tienen, debido a la tremenda exigencia de su profesión, unos requerimientos nutricionales diferentes a otras personas que realizan actividades físicas intensas, y por ello, los bailarines profesionales deben seguir una dieta que les proporcione los necesarios nutrientes para que su rendimiento sea óptimo en todo momento, sin que la estética del ballet se pierda por desequilibrios entre forma y fuerza.
Para que nos hagamos una idea, el día típico de un bailarín puede comenzar con una clase por la mañana a la que le siguen varias horas de ensayo, pudiendo culminar el día con una actuación.
La vida de un bailarín profesional está regulada por momentos muy precisos, y en ellos está incluido, lógicamente, la nutrición: no es posible que ahorren calorías durante todo el día, pasando hambre, para atiborrarse al final del día con una copiosa e indigesta cena.
Además, no es posible rendir al máximo con el estómago vacío. Así pues, el día ha de comenzar con un desayuno, al menos una hora antes de la clase, con un contenido bajo en grasas, para que se digiera fácilmente...
Por lo general, le resultará necesario comer varias veces al día, comidas pequeñas, que incluyan carbohidratos y proteínas en cada una de ellas.
Tanto las clases como los ensayos requieren que se reponga energía al menos cada dos o tres horas.
Hay quienes mantienen en su bolsa de deporte, pequeñas barritas energéticas que consumen a pequeñas mordidas cada dos horas, para mantener su energía.
Esto es fundamental por ejemplo en los finales de verano, si usted está aún estudiando, ya que en esa época puede llegar a estar ejercitándose por lo menos durante 10 horas.
Así pues, es imprescindible que una hora después de su baile final del día coma para reponer las energías agotadas de su cuerpo, pero tenga cuidado, que sea una comida ligera de bajo contenido graso, para que le de tiempo a digerirla antes de acostarse.
La Asociación Internacional de Danza de la medicina y la ciencia ha dejado claramente establecido que la principal fuente de calorías, del 55 al 60%, han de provenir de los carbohidratos, mientras que las grasas sólo han de suponer un 20-30% y las proteínas del 12 al 15%.
Las proteínas, aunque constituyen el menor porcentaje de su dieta, no han de descuidarse, ya que son las responsables de que pueda reparar sus músculos, así como de la fortaleza de los mismos: sólo usted tendrá la culpa si por falta de proteínas da pas de chats cojos o grandes “battements” lentas.
Sin embargo, los hidratos de carbono son la principal fuente de energía ya que la proporcionan tanto al instante como a la larga, de esa manera no se estrellará al final de la clase.
En cuanto a las grasas, es importante que exista un cierto porcentaje de ellas en su cuerpo, ya que su ausencia o escaso porcentaje puede llevar a que su cuerpo se alimente de las proteínas musculares cuando las reservas se agoten.
Si usted tiene tendencia al sobrepeso, manténgalas al 20 %, pero no baje de ese nivel.
El ballet clásico es una disciplina artística que requiere una estética física concreta: una línea fluida y delgada que ha de fluir desde la punta de los dedos de los pies hasta la parte superior de la cabeza.
Por ello, los profesionales han de mantener un índice de masa corporal muy concreto, que se sitúa prácticamente en el extremo más bajo del rango normal (alrededor de 18 a 20) pero con un contenido de grasa corporal muy inferior al normal, del orden de un 13 %.
De cualquier forma, es preciso que se consulte a un profesional para realizar un cálculo exacto de sus necesidades particulares, ya que se basan en la edad, su tamaño y peso y la cantidad de horas que le dedica al entrenamiento.
Sin embargo, para hacernos una idea aproximada, la Asociación Internacional de Danza recomienda de 20 a 23 calorías por libra de peso corporal por día para las bailarinas en un entrenamiento duro, es decir, unas 3000 calorías por día.
Es fundamental que las proteínas provengan de fuentes magras de carne, como el pescado o el pollo sin piel. Carne de ternera de vez en cuando no es peligroso, siempre y cuando se mantenga en la parte del lomo o el solomillo.
Puede también tomar lácteos como fuente de proteínas, pero que sean sin grasas o bajas en grasas para mantener el consumo de grasa saturada tan bajo como sea posible.
Las grasas han de provenir del aceite de oliva, o los frutos secos, o bien de patés de frutos secos.
También puede provenir de pescados grasos de agua dulce como el salmón
En cuanto a la parte más importante de su aporte energético, los carbohidratos, obténgalos de las frutas, las verduras y los granos enteros, pero nunca consuma cereales refinados ni azúcar, pues son los principales responsables de los descalabros de energía.
Las barritas energéticas pueden ser muy útiles para el reabastecimiento en los intervalos de entrenamientos y ensayos duros, pero no debe depender de ellas para alimentarse.
Con esta sucinta guía, ha de poder organizar su alimentación si es que quiere ser un bailarín o bailarina profesional, así que no descuide ni la disciplina de entrenamientos ni la de comidas y seguro que logrará el cuerpo que necesita.