- 600 g de judía troceada
- 3 dosis de perejil troceado
- 2 dosis de ajo troceado
- 50 g de cebolla troceada
- 50 g de pepinillos en vinagre
- 4 huevos
- 60 g de aceitunas negras sin hueso
- 50ml de aceite de oliva
- 20ml de vinagre
- 10 g de mostaza en grano
- Pimienta negra mólida
- Sal yodada
Hierve la judía, directamente congelada, unos 12 minutos en agua salada. Enfríala en un recipiente con agua y hielo o debajo del grifo con agua fría. Escúrrela y resérvala en la nevera.
Pon los huevos en un cazo, cúbrelos de agua con un punto de sal y unas gotas de vinagre. Hiérvelos 8 minutos, sácalos del fuego, déjalos enfriar y pélalos. Abre dos por la mitad y separa la clara de la yema, picando cada cosa por separado. Resérvalo.
Corta a rodajas muy finas los pepinillos en vinagre. Resérvalo. Corta a cuartos las aceitunas negras sin hueso.
En un vaso grande pon el aceite de oliva, el vinagre, la mostaza, el perejil y el ajo directamente congelados, un punto de sal y un poco de pimienta. Tritúralo todo. Una vez triturado añade la cebolla troceada directamente congelada, la clara picada, la yema picada y las rodajas de pepinillo.
En un bol, pon la judía cocida y aliña con la vinagreta y las aceitunas. Puedes decorar la ensalada con el resto de huevos cocidos cortándolos, por ejemplo, a cuartos o a rodajas.