Llega el invierno y pareciera que las comidas que nos brindan calor nos hacen engordar.

Pero no te preocupes, siguiendo unos simples consejos lograremos escapar a esos kilos demás que el invierno nos suele dejar de recuerdo.

Es muy probable que las bajas temperaturas te hagan ansiar menús que contengan carbohidratos. Esto se debe a que durante el invierno aumentan los niveles de serotonina.

Por lo tanto, puedes incorporar carbohidratos a tus menús pero dejando de lado los alimentos que tienen carbohidratos de mala calidad como los panes blanco o pasteles.

Opta más bien por los cereales integrales y algunas verduras como las papas y batatas.

El sol es fundamental en el proceso de fabricación de vitamina D en nuestro organismo.

La falta de esta vitamina puede afectar negativamente en tu estado de ánimo y hasta incluso sabotear tus buenas intensiones de comer saludablemente.

¿Sabías que la falta de vitamina D puede ser una de las causas de tu grasa abdominal?

Varios estudios demostraron que existe una estrecha relación entre la obesidad y la falta de vitamina D.

Incluye en tus menús diarios algún alimento con vitamina D como pescados, huevos y algunos otros que sean fortificados.

Si te gusta caminar, correr o andar en bicicleta, puede ser que el invierno te dificulte un poco. El aire frío muchas veces no es agradable para hacer ejercicios al aire libre.

Es momento de dar un enfoque diferente a tus rutinas de ejercicios y aprovechar las temperaturas bajas para realizar ejercicios bajo techo.

El tipo de ejercicios ideal para el invierno es el de resistencia. Realizando este tipo de ejercicios unas 2 o 3 veces por semana revitalizará tu cuerpo.

Si tienes la oportunidad de asistir a un gimnasio podrás practicar bicicleta, caminadora, piscina y hasta clases de ejercicio aeróbico.

Prueba las diferentes alternativas, hasta puede suceder que descubras una gran pasión por un tipo de ejercicio que podrás seguir practicando durante el verano.

Las comidas livianas que normalmente ingerimos en verano, como los jugos y ensaladas no nos parecen apetecibles en invierno.

Pero eso no es excusa para no comer saludablemente también en invierno. Calentando algunos menús del verano, podrás mantener tu peso.

Elige por ejemplo, leche descremada caliente para tu desayuno y merienda, sándwich tostado de verduras o guisos de verduras con carne magra para tus almuerzos y cenas.

No te olvides de incluir ensaladas en tus menús invernales, te brindarán saciedad y fibra que te ayudará a bajar de peso.

Sé lo que estás pensando, ¿las ensaladas no son un poco frías para el invierno? No te preocupes puedes preparar ensaladas calientes muy saludables.

Prueba agregando un poco de arroz integral o algunas de las verduras que aportan muchos nutrientes a tu organismo y son invernales como las legumbres verdes, brócoli, espinaca y calabacín.

Tampoco te olvides de incorporar a tus ensaladas aquellos super alimentos, como quinoa y el arroz negro que poseen antioxidantes y nutrientes muy importantes para tu salud.

Es normal que cuando llegues a tu casa tengas ganas de comer algo. Para esos momentos, es bueno tener un poco de sopa de garbanzos o legumbres u hortalizas preparada, de manera que sólo calentándola ya tendrás un bocado saludable, en lugar de asaltar tu heladera o almacén.

Varios estudios demuestran que comer un plato de sopa baja en calorías antes de una comida ayuda a disminuir hasta en un 20% la cantidad de alimentos y calorías que ingieras en el almuerzo o cena.

Como ves puedes bajar de peso en invierno comiendo de manera saludable!