Por qué NO se deben eliminar los Hidratos de Carbono de las Dietas

Seguramente hayas escuchado en muchas ocasiones que, para adelgazar, es necesario suprimir el pan, la pasta, el arroz o la patata de la dieta. Son muchos los detractares de los hidratos de carbono, pero la realidad es que son indispensables. ¿quieres saber por qué?

Los hidratos de carbono constituyen nuestra fuente más importante de energía procedente de los alimentos. Los puedes encontrar principalmente en alimentos de origen vegetal. Los cereales y sus derivados, como la pasta o el pan, las legumbres, las verduras o la fruta son los alimentos con el contenido más alto de hidratos de carbono. 

En un marco de una dieta equilibrada, hipocalórica o no, la energía procedente de los carbohidratos debe situarse entre un 50 y un 55% de las calorías totales, la procedente de las grasas debe representar un 30%, y la de las proteínas, entre un 15 y un 20% respectivamente. En cambio, es muy popular la eliminación o reducción drástica de los hidratos de carbono en las dietas de adelgazamiento.

Cuando se busca bajar de peso, se debe huir de dietas muy restrictivas o que directamente supriman algún grupo de alimentos. Tu cuerpo necesita todos los nutrientes y cada grupo de alimentos aporta unos nutrientes diferentes y específicos, y son todos igualmente necesarios, que deben ser adaptados a tu situación.

Al llevar a cabo una dieta con una ingesta restringida en hidratos de carbono, se puede conseguir una rápida pérdida de peso. Esta disminución de peso es indeseable ya que se produce en forma de músculo y no sólo de grasa, de hecho, el porcentaje de grasa corporal tiende a aumentar.

Además, el organismo también sufrirá problemas metabólicos. Dado que los hidratos de carbono son el principal combustible del cuerpo, cuando no los encuentra busca el combustible en otros nutrientes. De esta forma, el organismo empezará a utilizar las grasas para obtener energía y desencadenará un estado de cetosis, un trastorno metabólico. En un estado prolongado de cetosis también se produce una importante pérdida de masa muscular. Esto da lugar a una disminución del gasto metabólico, situación adversa cuando se busca adelgazar, ya que provoca el popular “efecto rebote”.

No recuperar el peso perdido tras una dieta de adelgazamiento es posible. Para evitar el efecto rebote lo ideal es seguir una dieta sana, variada y equilibrada, como la Dieta Mediterránea, en la que no se elimine ningún grupo de alimentos y sin dejar de lado el ejercicio físico. La dieta debe lo más variada posible, incluyendo hidratos de carbono (pasta, arroz, pan, legumbres), proteínas (carne, pescado, huevo), lácteos, frutas, verduras y grasas (aceite de oliva).

El principal objetivo a la hora de bajar de peso es no perder ni un gramo de masa muscular para que el metabolismo no disminuya. Lo puedes conseguir siguiendo el Método por Intercambios, basado en la Dieta Mediterránea, y Ejercicio Físico que a su vez se complementa con técnicas de motivación para que alcanzar los objetivos sea mucho más fácil.

El Método por Intercambios es un sistema flexible y adaptado a las necesidades y estilo de vida de cada persona. Además de bajar de peso lograrás un cambio de hábitos más saludable y aprenderá a comer de forma autónoma.

Por: Medicadiet 
www.medicadiet.com