El Thai-Chi es una disciplina que conecta cuerpo, mente y entorno mediante la realización de una secuencia de movimientos lentos, fluidos y concentrados. Su origen se encuentra en las artes marciales chinas (Thai-Chi Chuan) partiendo de la observación que hacían los discípulos de su entrono natural y animal. De hecho, en muchos de los movimientos que se realizan durante el Thai-chi se emulan los movimientos propios de algunos animales en su interacción con la naturaleza.
Como arte de lucha, el Thai-Chi Chuan es una forma refinada e inteligente de entender el combate. Se trata de utilizar la mente para dirigir toda la atención hacia el control del entorno y calcular el ataque o defensa en función de las características del oponente. En esta disciplina, el equilibrio, el control y la calma son elementos fundamentales. Partiendo de esta base, si nos alejamos de su función marcial, el Thai-chi se convierte en una técnica perfecta para trabajar el control y la firmeza del cuerpo consiguiendo un alto nivel de relajación y concentración mentales.
Además, el Thai-Chi aporta a los que lo practican numerosos beneficios para la salud; no en vano, esta disciplina está íntimamente relacionada con la Medicina Tradicional China. La realización de movimientos encadenados, de forma lenta, suave y armónica aportan relajación y mejoran la flexibilidad, la circulación sanguínea y la tonicidad de los músculos.
Las sesiones de Thai-Chi suelen estructurarse de la forma siguiente:
- Calentamiento (10 min.): Esta fase se dedica a realizar ejercicios para estirar y a soltar el cuerpo antes de empezar con los movimientos más complejos de la sesión en sí.
- Sesión (40-50 minutos): En función del maestro que la imparte, los movimientos y el estilo adoptado pueden variar, pero la base de su práctica siempre residirá en la realización de movimientos encadenados con suavidad y lentitud. Las clases pueden ir acompañadas de una música tranquila para favorecer la relajación y la concentración del alumno.
Practicar el Thai-Chi puede significar en cierta medida un cambio de actitud hacia la vida y hacia uno mismo. Para iniciarse en este mundo no hace falta ningún tipo de preparación previa. Lo más importante cuando se empieza es relajarse y liberar las tensiones del cuerpo y de la mente. No se trata de conseguir dominar las posiciones desde el primer día ya que lo importante es que el proceso de aprendizaje no se forzado sino natural. De esta manera, las angustias desaparecen y todo el mundo puede avanzar a su ritmo siguiendo su propio camino. De hecho, esta disciplina está muy ligada al concepto chino ?Tao? que justamente, se refiere a la importancia del camino por encima de la consecución de la meta.