
Nacida como una mezcla entre el boxeo y el Taekwondo a finales de la década de los 80, el Tae Bo ha ganado en estos años millones de adeptos en todo el mundo, convirtiéndose en una de las prácticas deportivas mejor valoradas de los gimnasios.
Combinando un régimen de trabajo con aspectos de esas dos prácticas, el Tae Bo incorpora música a sus ejercicios para hacerlos así más amenos y aprovechar las pautas rítmicas para los constantes cambios de intensidad física que presenta.
Su nombre proviene de la siguiente sentencia: Total Awareness Excellence Body Obediente (Total Conocimiento de la Excelencia de la Obedencia del Cuerpo) y, básicamente, utiliza algunos movimientos del boxeo y el kárate para trabajar aspectos como la resistencia cardiovascular, la musculatura o la flexibilidad.
Normalmente, y tal y como fue planteado en un principio, las clases no suelen exceder la hora de duración y, como siempre, van precedidas por una intensa sesión de calentamiento y una de estiramientos que deben ayudarnos a evitar las lesiones y mejorar la resistencia de nuestros músculos.
Estrellas de todo el mundo ya se han convertido en embajadoras de la práctica (especialmente destacable en este sentido es la labor de la estrella televisiva Kim Kardashian) y es que, además de los beneficios ya señalados, el Tae Bo permite quemar una gran cantidad de grasa (quemando hasta 900 calorías con una sola hora de ejercicio) y es ideal para las personas que sufren estrés, ya que la fuerza de sus ejercicios nos permite liberar grandes dosis de tensión acumulada.
Si lo que buscas es una práctica aeróbica que te permita pasarlo bien y ponerte en forma sin aburrirte opta por el Tae Bo, que combina esos movimientos y coreografías con el uso de saltos de cuerda, el trabajo con mancuernas, las abdominales e incluso prácticas más relajadas asociadas al Thai Chi.
Ya lo sabes: ponerse en forma y pasarlo bien no es incompatible.
