La vida moderna no nos deja mucho tiempo libre para cocinar. Pasamos tantas horas entre trabajo y obligaciones que no podemos dedicarnos a hacer comidas nutritivas en casa. Si has adquirido la costumbre de llamar al delivery, probablemente estés sufriendo un déficit en ciertos elementos nutricionales importantes para tu salud. Uno de ellos puede ser la vitamina C.

Esta es una de las vitaminas fundamentales para el buen funcionamiento de todo el organismo, ya que interviene en muchos procesos y funciones del mismo. El cuerpo humano no es capaz de crearla por sí sola; así, si no estás obteniendo la suficiente cantidad a través de los alimentos, deberías pensar en tomar un suplemento dietario. 

La vitamina C es soluble en agua y juega un rol muy importante en la síntesis de los tendones, cartílagos, huesos, músculos, vasos sanguíneos, leucocitos y neurotransmisores.

Se trata de un antioxidante natural que neutraliza el daño provocado por los radicales libres en las células. Algunas investigaciones sugieren que este elemento puede prevenir y hasta tratar diversos problemas de salud, entre ellos resfrío común, sistema inmunológico debilitado, cáncer, diabetes, ataques cardíacos, cataratas, gota y asma.

Hoy en día, es muy poco común que las personas sufran deficiencias severas de vitamina C, lo que provoca una enfermedad llamada escorbuto. El organismo de quienes padecen esta condición no genera suficiente colágeno. Los síntomas son sangrado de nariz, pérdida de dientes, encías esponjosas, heridas abiertas y manchas en la piel. Antiguamente era padecida por los marineros, quienes pasaban meses a bordo de los barcos sin frutas ni verduras frescas a mano.

Ahora bien ¿qué cantidad de vitamina C es saludable consumir? En primer lugar, los adultos necesitan una dosis mayor que los niños (adultos: 60 mg, niños: 40 mg). Además, quienes fuman deben consumir más vitamina C, al igual que las mujeres embarazadas (70 mg) o en periodo de lactancia (95 mg). Las personas que pesan más también deben incorporar un porcentaje más alto.

Es importante aclarar que es posible sufrir una sobredosis de este nutriente, aunque es muy rara. Ingerir una cantidad excesiva de vitamina C puede provocar diarrea, náuseas, vómitos, gastritis, ictericia, escozor en la piel, cálculos urinarios, dolores abdominales y dificultades para orinar. Si actualmente experimentas alguno de estos síntomas, te aconsejamos consultar con tu médico.

Si bien la vitamina C puede ser consumida en forma de pastillas, lo más recomendable es obtenerla de fuentes naturales. Las frutas y vegetales como naranjas, pomelos, brócolis, tomates, fresas, pimientos rojos, piña y limones, son excelentes para obtener este nutriente. 

Algunos trucos sencillos para incorporarla son usar jugo de limón como aderezos de ensalada y hacer bebidas con cítricos, como jugo de limón o naranja.