La calabaza es un vegetal sabroso repleto de nutrientes esenciales. Sin embargo ¿sabías que además de la pulpa puedes comer las semillas? Estas son una fuente muy importante de elementos beneficiosos para la salud. Muchas personas las comen como colación y deberías empezar a hacer lo mismo, pues además de sanas son sabrosas.

Pueden ser consumidas de muchas formas diferentes: solas o incluidas en diversos platos como ensaladas y sopas. Ya sea para la colación o como ingrediente de tus platos, tienes que probar a incorporarlas en tu dieta. Ahora veremos sus ventajas una a una.

• Son ricas en proteínas: es extraño encontrar otra clase de semillas que contengan tal cantidad de proteína como las semillas de calabaza. Un puñado de 28 gramos aporta 9,30 gramos del nutriente. Este resulta fundamental para construir células de la dermis, huesos, músculos, cartílagos y sangre. Por otra parte, pueden servir como fuente de proteína para las personas vegetarianas.
  
  
• Aportan muchos antioxidantes: estos fortalecen el sistema inmunológico, haciéndonos menos proclives a contraer enfermedades. Algunos de los antioxidantes que contienen las semillas son vitamina E, zinc, manganesio, fitonutrientes y fenoles.
  
  
• Tienen propiedades antiinflamatorias: ¿sabías que si algunas zonas de tu dermis están inflamadas, lo que más te conviene es aplicar aceite de semillas de calabaza sobre la piel? Incluso, ciertos médicos aseguran que las semillas aportan el mismo efecto de los medicamentos proscriptos para tratar la artritis.
  
  
• Alivian los síntomas de la diabetes: por lo general, los diabéticos sufren anomalías en los riñones. Consumir semillas de calabaza ayuda a proteger el órgano de la influencia negativa de la diabetes. Además este alimento funciona como un estabilizador de la insulina.
  
  
• Proveen hierro: 28 gramos de semillas aportan 2 miligramos de hierro al organismo. Incorporando este nutriente dormirás mejor, regularás la insulina en sangre, fortalecerás el sistema inmunológico y estarás de buen humor. También es importante tener en cuenta que una buena provisión de hierro ayuda a evitar las enfermedades típicas del invierno, como el resfrío y la gripe.
  
  
• Alivian los síntomas de la menopausia: las semillas de calabaza contienen gran cantidad de fitoestrógenos, que dan tregua a los dolores de cabeza, sofocones, dolores en las articulaciones y presión alta típicos de la menopausia.
  
  
• Tratan la hiperplasia benigna de próstata: este síndrome puede ser tratado con la ayuda de las semillas de calabaza y su aceite, que aportan muchos antioxidantes (zinc, fitoesteroles y lignanos) efectivos para tratar la enfermedad.
  
  
• Actúan contra el insomnio: si te cuesta mucho conciliar el sueño y has probado mil métodos para lograrlo, seguramente te falta comer semillas de calabaza antes de irte a dormir. Este alimento hace que tu cuerpo genere melatonina y serotonina, las “hormonas del sueño”, que permitirán que duermas una buena cantidad de horas durante la noche.