HOME - RECETAS - RECETARIO - INFUSIÓN DE LIMÓN CON JENGIBRE Y CÚRCUMA PARA REDUCIR INFLAMACIÓN


Infusión de limón con jengibre y cúrcuma para reducir inflamación

  • Tres cuartos de litro de agua
  • Una cucharada sopera y media de jengibre fresco cortadito en rodajas finas. Se puede adquirir también en polvo, en ese caso, la medida sería de una cucharadita cafeteras.
  • Dos cucharaditas cafeteras, de cúrcuma fresca en finas láminas
  • El zumo de un limón grande.
  • Miel para endulzar al gusto (es opcional)

¿A quién no le apetece tomar una infusión calentita en el periodo del año en que cambiamos de estación y las oscilaciones de temperatura nos toman desprevenidos? 

Cuando se producen los cambios de primavera a verano y especialmente de verano a otoño, nos atacan resfriados, alergias al polen o la humedad y nuestros intestinos se inflaman por el colapso o exceso de trabajo de nuestro hígado y vesícula. Esto produce malestares de estómago, náuseas matinales, astenia o debilidad, y evacuaciones dificultosas.

Para amortiguar, aliviar e incluso hacer que desaparezcan estos síntomas, nada mejor que una infusión o té de limón con jengibre y cúrcuma. 

A las propiedades ya bien conocidas del limón y del jengibre (que hará que desparezcan las náuseas), añadimos las de la cúrcuma. 

Esta raíz de color entre amarillo y naranja azafrán, que a veces hemos empleado como colorante alimentario, debe sus propiedades a la curcumina, su principio activo principal.

Este hace que sea un potente  probiótico con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas, que hará que recuperemos nuestra flora gastrointestinal y por tanto mejorará nuestras funciones digestivas y trastornos intestinales.

Modo de preparación:

En un cazo poner a calentar el agua, tapar y llevar hasta ebullición. 

En otro recipiente colocamos el jengibre en rodajas y la cúrcuma, verteremos el zumo de limón y sobre la mezcla volcamos los tres cuartos de litro (750 ml) de agua hervida. 

Dejamos que repose durante cuatro o cinco minutos. 

Finalizados los mismos tenemos una cálida y desintoxicante infusión o té preparado, tan solo queda colarlo todo para evitar los trocitos de raíz de jengibre (en caso de haber empleado jengibre en polvo esto no será necesario).

Ahora resta dejar descansar un poco la infusión para consumirla cálida y no demasiado caliente y ¡a disfrutar y desintoxicar nuestro organismo!

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