Una de las razones por las que el azúcar es uno de los alimentos preferidos por todo el mundo, casi desde que nacemos, es su capacidad para inducir la liberación de endorfinas desde nuestro cerebro. 

Eso produce un inefable estado de relajación y bienestar que nos induce a buscar con cierta “impaciencia y afán” este compuesto de hidratos de carbono.

Y fácilmente convertimos en una adicción esta búsqueda incesante de alimentos dulces, pues sus variantes son infinitas, y las dulces sensaciones que nos despiertan.

Si llegamos al extremo y no tomamos precauciones pronto, buscaremos enfermedades de consecuencias devastadoras.

¿Pero cómo podemos superar esta adicción cuyo mal no percibimos claramente?

Una de las razones fundamentales por las que inconscientemente buscamos el azúcar es que estamos constantemente estimulados por la misma, debido a que está presente, de forma disimulada, en la composición de muchos alimentos que consumimos diariamente: 

Alimentos procesados, barritas energéticas, bebidas, salsas y por ejemplo, el kétchup, contienen todos apreciables cantidades de azúcar. 

Así que diseccionemos la etiqueta del alimento que queramos comprar antes de pasar por caja.

Con demasiada frecuencia en nuestra sociedad nos encontramos estresados, y lamentablemente, como hay cansancio asociado, no se nos ocurre realizar más actividad.

Caemos por tanto, en la fórmula de alivio más cómoda: comer alimentos dulces, un simple helado, sentados cómodamente en el sofá frente al televisor. 

Pero si en vez de eso, nos lanzamos a una actividad física, bien con nuestros hijos, bien solos, corriendo o haciendo cualquier ejercicio, romperemos a sudar y encontraremos esa relajación que necesitamos, sin los efectos negativos del azúcar. 

Recuerde que la actividad promueve la liberación de otras hormonas que reparan y vigorizan nuestro cuerpo, y, aunque parezca paradójico, nos sentiremos menos cansados.

Todo lo anterior y lo que a continuación le diremos, está bien, pero como siempre que hay que iniciar un cambio, es imprescindible un compromiso de cumplimiento: 

Ha de tomar la decisión de mejorar su salud, si no, nada de lo que intente perdurará. 

Debe comprometerse a superar su adicción al azúcar. Su salud y su cuerpo se lo agradecerán.

A medida que vaya superando etapas y vaya logrando que su adicción al azúcar se vaya reduciendo y vayamos distanciando los antojos, iremos tomando fuerza en nuestra determinación. 

A medida que vamos logrando victorias, nos vamos sintiendo más orgullosos de nuestros esfuerzos y vamos logrando que nuestros cuerpos se sientan más sanos y fuertes, con lo que apreciamos mejor la vida sin necesidad de estímulos endórficos.

Pensemos que el problema de la adicción al azúcar no es sólo nuestro: hay muchas personas que lo padecen y que están logrando y han logrado superarlo. 

Tomemos ejemplo de ellos y veamos cómo han logrado reconducir su vida de una forma sana y feliz, ¡y sin azúcar!.