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¿CÓMO RECUPERAR LA FIGURA DESPUES DEL EMBARAZO?
La experiencia de la maternidad no es solamente una de las más felices en la vida de una mujer, también es una etapa con muchos cambios físicos y psíquicos, durante y después de la misma.
No se vuelve atrás psíquicamente de esa experiencia –sería un retroceso madurativo- pero en el caso físico, sí es necesario que nuestro cuerpo adopte su forma previa al embarazo, de ser ello posible, o al menos, lo más cerca posible de su estado previo.
Cuando vemos en las pasarelas y en la alfombra roja de Hollywood a esas actrices que meses antes han lucido un espléndido embarazo, y ahora muestran de nuevo una encopetada silueta, pensamos que es posible recuperar, e incluso mejorar, nuestra figura previa.
Y ahí es cuando comenzamos a encontrarnos con que las fantasías mediáticas no suelen cumplir nuestras expectativas.
Porque recuperar aquella línea que teníamos, después de permitirnos las licencias dietéticas del embarazo, y asumir las modificaciones fisiológicas de nuestro cuerpo durante la gestación, no es tan fácil como quieren hacernos creer.
Sin embargo, sí que podemos conseguirlo. Sólo hemos de saber
cómo hacerlo, y armarnos de paciencia.
Vamos a estudiar algunas líneas de acción para recuperar nuestra figura, y no asustarnos cuando nos miremos al espejo.
Muchos son los testimonios que cuentan sus experiencias con las “blanduras” de su cuerpo posteriores a dar a luz.
Y es que el cuerpo de la mujer que ha dado a luz queda no solamente gordo, sino fláccido, blando, y no sólo a nivel del estómago, ya que la grasa se acumula en los glúteos, las piernas y alrededor de la cintura.
Y es que según dietistas profesionales, muchas mujeres ganan bastante más peso del que creían, y no es extraño llegar a engordar 20 kilos.
Esto es algo difícil cuando se ve a estas actrices de cine pasar de una bata de hospital tamaño doble a un vestido ceñido en tan solo algunas semanas, paseando su figura por la alfombra roja de Hollywood.
Y aunque no todo el mundo puede tener acceso a sus medios, sí es cierto que, con paciencia, se puede llegar a conseguir inclusive un mejor estado de forma que previamente la embarazo.
Y ésa es la única mala noticia que tendrá que escuchar: habrá de tener paciencia.
Pues como aconseja el Dr. Michael Jonson, ginecólogo y obstetra de la Universidad de California, hay que evitar ir al gimnasio inmediatamente tras el parto, ya que durante el embarazo hay un aumento del volumen sanguíneo casi del 15%, para atender a las demandas fisiológicas del feto. Mas cuando se produce el alumbramiento, este exceso líquido se pierde rápidamente a través de los riñones en una semana aproximadamente, con lo que se puede llegar a perder casi hasta 10 kilos de líquido más o menos en la primera semana.
Por otro lado, la flaccidez abdominal tardará aproximadamente seis semanas en desaparecer, o al menos a retornar a un estado más o menos normal.
También existen cambios fisiológicos de adaptación en órganos (como el útero) y en músculos (como los abdominales) para acoger a la criatura gestante, y que tardarán asimismo, unas seis semanas en retornar a un estado similar al anterior al embarazo.
Sin embargo, en el caso de las fibras musculares de los músculos abdominales, esa distensión hará que sea prácticamente imposible que vuelvan a su estado anterior.
En todo caso, con el adecuado ejercicio, se puede lograr en unos tres a seis meses una remodelación de la pared abdominal para hacerla llegar a un tono normal.
Por eso mismo, el Dr. Jonson aconseja evitar realizar ejercicios abdominales hasta por lo menos cuatro meses después de haber dado a luz, ya que por mucho que lo intente, la falta de tono en dichos músculos hará ineficaces los ejercicios: “el cuerpo tiene que hacerlo por su cuenta”.
Hay, por otro lado, algunas posibilidades claramente beneficiosas que se pueden incorporar a las disciplinas para conseguir la recuperación del físico tras el embarazo, como una combinación de pilates y danza.
Los ejercicios de pilates se centran mucho en el fortalecimiento del núcleo (la zona abdominal completa), pues constituyen el eje de los movimientos de todo el cuerpo.
Para ello, Andrea Rogers, fundadora de Xtend Barre, recomienda mantener una buena postura en las primeras semanas tras el parto y posteriormente, ir introduciendo variaciones en los entrenamientos cuando el cuerpo se vaya sintiendo más cómodo.
Es importante que cuando se esté sentada, realizando cualquier actividad (por ejemplo, dando el pecho, o trabajando en el ordenador), la espalda se mantenga siempre recta y firme.
También es factible ayudar a la corrección de la flaccidez abdominal con alguna faja abdominal, si es que se siente que todo se estira demasiado.
Asimismo es importante que no se olviden los músculos del suelo pélvico, pues son los que lo sostienen todo.
Suelen quedar traumatizados por el embarazo y el parto, y hay que esperar al menos seis semanas para comenzar la primera fase del proceso de curación.
Por eso es imprescindible que evitemos ciertos ejercicios bruscos e intensos (correr, por ejemplo) que pudieran sobrecargar de presión dicha zona, afectando al apoyo de la vejiga, hasta al menos ocho semanas después del parto.
En lugar de ello, se pueden realizar rutinas en una elíptica, de forma suave, o bien natación.
Tal vez una de las partes más duras del posparto y las semanas posteriores al mismo, es la recuperación de unos niveles de ingesta previos al embarazo.
Éste supone un incremento del consumo calórico, pero ahora no son necesarias tantas calorías, así pues, no sólo la parte física, sino también la dietética hay que normalizarla, por lo que deberemos retornar al principio básico para ayudar a perder lo que nos sobra: tomar menos y gastar más.
Según Ramona Berganza, preparadora de Halle Berry, las mujeres queman más si están amamantando.
Así pues, aunque hay que reducir la ingesta calórica, todavía hay que guardar unas 500 calorías extras si es que se está amamantando, y consumir más calcio, por medio de yogures, leche y quesos bajos en grasas.
De cualquier forma, es necesario tener presente que si bien es necesario un periodo de nueve meses para gestar un bebé y llevar a cabo los cambios fisiológicos necesarios en su cuerpo para ello, no es anormal que se lleve un período equivalente de tiempo, recuperar el estado anterior.
Por todo ello, es necesario armarse de paciencia y tener precaución al iniciar los ejercicios, siguiendo las indicaciones dadas para no ir a producirse lesiones en unos músculos que aún están sobredistendidos e hipotónicos, lo que podría dar lugar a roturas fibrilares o algo peor; y mentalizarse para seguir una dieta restrictiva con las consideraciones dadas.
De esa forma, en unos meses logrará tener el aspecto previo a su embarazo, e incluso, si se lo propone, mejor.
Fuente: www.livestrong.com
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