Razones por las que probablemente no bajas de peso aunque estés a dieta

¿Sientes que constantemente estás intentando bajar kilos, pero la balanza continúa sin moverse? Averigua si alguno de estos problemas te está alejando del éxito en tu pérdida de peso:

1.       No estás durmiendo lo suficiente

Tener una buena calidad de sueño es esencial para adelgazar. Cuando se interrumpe tu ritmo de sueño, puede provocar fluctuaciones en tus hormonas, lo que desordena el metabolismo e incrementa los niveles de estrés. Las investigaciones han encontrado que esto puede llevar también a ganar peso, y en última instancia, llevarte a comer más en los días que duermes menos.

2.       Podrías estar siendo demasiado estricta con tu dieta

Estar extremadamente preocupada por cada pequeña cosa que comes evita que disfrutes la comida, la experiencia o la nutrición que provee. No necesitas comer pollo hervido y vegetales asados en cada comida para adelgazar. Terminarás sintiéndote aburrida e insatisfecha, lo que podría llevarte a ser auto-indulgente con antojos poco saludables, causándote aumento de peso. en lugar de ello, consume una variedad de alimentos enteros y reales, que te gusten.

3.       Te ejercitas demasiado

Con el ejercicio constante a alto nivel e intensidad sin el descanso suficiente, puedes colocar un estrés excesivo en tu cuerpo, lo que podría contrarrestar tus intenciones actuales. Asegúrate de tomarte tiempo para relajarte e incorpora un día o dos de ejercicio de menor intensidad en tu rutina de entrenamiento.

4.       Estás comiendo demasiado

Sé honesta contigo misma. ¿Estás comiendo demasiados productos “saludables”? Las mantecas de nuez y las mezclas de frutos secos son buenos para ti, pero también tienen calorías. Asegúrate de vigilar el tamaño de tus porciones y limita las colaciones- tan sanas como puedan ser. Si te cuesta mucho controlar las raciones con alimentos densos en calorías, como las nueces, quizás necesites eliminarlos de tu dieta hasta que puedas controlar cuánto consumes.

Evita también llenarte de productos de dieta, como la gaseosa dietética o las colaciones 0 calorías. La mayoría de estas comidas están cargadas de endulzantes químicos e ingredientes que causan estragos en las hormonas de tu cuerpo.

La ciencia ha demostrado que usar un diario de comidas para registrar todo lo que comes puede ayudarte a bajar de peso más rápido. Mantener un registro de tus comidas te ayudará a contar lo que ingieres y evitar picoteos irreflexivos.

5.       Podrías estar bebiendo demasiado o demasiado poco agua

Todo el mundo te dice que bebas más agua si quieres bajar de peso. Este podría ser un buen consejo para algunas personas que necesitan eliminar el exceso de toxinas y desperdicios, pero algunos de nosotros podríamos de hecho estar bebiendo demasiada agua,  en consecuencia deshidratándonos por sobre-hidratación. Una ingesta “normal” normalmente está entre los 2 y 3 litros, pero encuentra lo que funciona para tu cuerpo y tus necesidades específicas como niveles de ejercicio, clima y la composición corporal.

6.       Podrías tener estrés digestivo

Si te sientes hinchada o constipada, da una mirada a la calidad y cantidad de tus comidas, las combinaciones de alimentos, e intenta agregar alimentos anti-inflamatorios y probióticos saludables a tu dieta (como caldo de hueso, vegetales fermentados y kombucha). Tu intestino es la clave de tu estado de slud general y vigilándolo ayudarás a minimizar una gran cantidad de complicaciones de salud.

7.       Podrías tener un problema médico

Algunos problemas de salud impiden la pérdida de peso o provocan aumento de peso. Consulta a tu médico si estás preocupada por alguna de las siguientes condiciones de salud: hipotiroidismo, resistencia a la insulina, estrés crónico, síndrome de Cushing, síndrome de ovarios poliquísticos, depresión, intestino agujereado o fatiga adrenal.