No es extraño que llegue un momento en que, a pesar de
seguir con nuestras rutinas de ejercicios, con nuestra estricta dieta
alimenticia, y sin pasarnos ni una sola vez en nuestro estricto control, no
rebajemos esos últimos kilos de más que afean nuestra silueta en algunos puntos
muy delicados. La grasa se resiste a desaparecer pese a que lo hemos intentado
todo.
Y no sabemos qué hacer.
Hemos de tener en cuenta que nuestro cuerpo es un organismo
adaptado a la supervivencia, y cuando éste detecta que sus reservas energéticas
comienzan a reducirse drásticamente, entra en lo que se llama “modo hambre”. Es
por ello que hemos de adoptar otras estrategias si es que queremos que nuestro
cuerpo nos permita adelgazar esos kilos de grasa que aún nos sobran.
Por ejemplo,
podemos usar la alternancia semanal de dieta. Es decir, alternar semanas con
restricción dietética, con semanas en las que no “amenazamos” a nuestro cuerpo
con dicha restricción. De este modo no sentirá el impulso instintivo de
defenderse ahorrando energía y pocquito a poco podemos ir “quitándole” esas
reservas que tan celosamente guarda.
Otra de las opciones con que cuenta para poder ir rebajando
esos kilos que se resisten es el yoga, cuyas posturas y ejercicios fortalecen,
regulan y al mismo tiempo estimulan el sistema endocrino, y con ello el
toriodes, que regula el metabolismo, y así podemos impulsarlo. Una agradable
forma de cómo adelgazar esos kilos que aún nos quedan.
Otra opción que podemos implementar en nuestro plan de
adelgazamiento extra consiste en añadir a nuestra dieta alimentos lácteos de
baja cantidad de grasa, con lo que perdemos menos músculo y más grasa, y ello
conlleva, además, un incremento de nuestro metabolismo a largo plazo. No es una
solución de pérdida de peso rápida, sino un proyecto de cómo adelgazar a largo
plazo.
Además, al ser de bajo índice glucémico son buenos para satisfacer el
hambre, y al ser ricos en proteínas tienen un índice energético alto, son muy
nutritivos y nos ayudan a adelgazar.
Si nuestra habitual forma de estar trabajando es sentado, o
solemos aprovechar cualquier circunstancia para hacerlo, una manera muy eficaz,
una forma sencilla de cómo adelgazar, se encuentra en cambiar de posición,
pasar a la posición de pie al menos una hora diaria, con lo que logramos quemar
100 caloría extras.
Si aprovechamos todas las oportunidades que tengamos para
movernos, dando, por ejemplo, golpecitos con los dedos de los pies, apretando
los músculos y siguiendo ritmos, incrementaremos nuestro consumo energético en
hasta 1465 kilojulios al día, como demuestran investigaciones de la Clínica Mayo en EEUU.
Como adelgazar de una forma consistente y hacer desaparecer
esos kilos que se resisten también es posible si, a todo lo anterior, le
añadimos una sencilla medida, consistente en variar el tamaño de las porciones
de comida que ingerimos.
Tenemos la tendencia a consumir porciones cada vez
mayores de aquéllos alimentos que precisamente son más perjudiciales para
nuestra cintura: pan, carne, cereales, y pequeñas raciones de los que más
necesitamos para rebajar nuestro peso y equilibrar nuestra ingesta: verduras.
Así pues, revirtiendo la proporción un tanto, es decir, rebajando el tamaño de
las porciones que nos engordan y aumentando el peso y número de las que no lo hacen, conseguiremos ir quitándole esa grasa
que nuestro cuerpo se resiste a perder.
Dice la
Dietista Melanie McGrice que si hacemos pequeñas comidas cada
4 ó 5 horas y comemos lentamente, más rápidamente nos saciaremos, pues nuestro
cerebro va recibiendo la información de los nutrientes asimilados y al comer
lentamente vamos asimilando más rápidamente y se reducen más rápidamente las
necesidades de nutrientes que nuestro cerebro estima que necesitamos.
Ya estamos más encaminados a lograr esa meta de cómo
adelgazar esos kilos que aún se nos resisten, a pesar de que nuestro cuerpo, en
un mecanismo de defensa natural trate por todos los medios de defender sus
reservas de energía (reacción de la hambruna), luchando contra todas nuestras
medidas, pero pese a ello, podemos convertir a nuestro cuerpo en una
máquina de
quemar la grasa que nos sobra.
Por eso no está de más, que a todas las medidas anteriores,
le vayamos sumando otras como por ejemplo, cambiar de entrenador personal, algo
que puede parecer un tanto irracional, pero cuya justificación se encuentra en
el hecho de que cuanto nuestro cuerpo se habitúa a aunas rutinas, se equilibra
paralelamente el gasto energético y la ingesta de manera gradual, de manera que
llegamos a un límite definido de pérdia posible de peso.
Por ello, hemos de
cambiar de rutinas y acometer nuevas motivaciones y obstáculos.
En este sentido, también es muy definitivo para erradicar
esos kilos de más, variar de tipo de ejercicios e introducir algunas técnicas
nuevas de ejercicio, ya que cuando vamos perdiendo peso, nuestro cuerpo ha de
usar, paralelamente menos energía para moverse, por ello, es muy útil
suplementar nuestro entrenamiento habitual con disciplinas de interval
training, por ejemplo, haciendo rutina de alta intensidad cardiovascular, implementando
el uso de pesas en dichas rutinas, con lo que el gasto cardiovascular se
incrementará exponencialmente y obligaremos a nuestro cuerpo a hacer uso de
unas reservas que hasta entonces no había demandado.
Además, podemos hacer uso
también de la regla del 10 %, es decir, incrementar en ese porcentaje todas las
rutinas de nuestros ejercicios: si corremos 10 kms, correr 11, y si descansamos
60 segundos, descansar 50. todo ello con un incremento proporcional del consumo
de agua, de esa forma se aumenta enormemente el consumo energético.
Para finalizar estas medidas usadas para saber cómo
adelgazar esos kilos que se nos resisten,
podemos añadir hacer ejercicio por la mañana con el estómago vacío: como
el consumo de grasa no empieza hasta que el de azúcar ha concluido, ese momento
es el mejor, ya que no hay azúcares que se puedan usar inmediatamente.
Y
también si no nos importa erradicar ciertos elementos de nuestra dieta
habitual, podemos probar durante un tiempo la dieta vegetariana, que ha
demostrado una pérdida eficaz de peso en un intervalo de 14 semanas.
Con todas estas medidas, es casi imposible que no pierdan
esos kilos que aún le sobran, pero como siempre, todo ello conlleva disciplina
y continuidad, si no, nuestro cuerpo nos arrebatará rápidamente la energía que
le queremos escatimar.