La ciruela es el fruto de los ciruelos, árboles pertenecientes a la familia de las rosáceas del género Prunus. Originarias del Cáucaso, Anatolia y Persía aunque los principales países productores son Argentina, Chile, Sudáfrica, Estados Unidos y España.

Existen muchas variedades, tamaños y colores de ciruelas. En función del color el sabor de éstas varia, por ejemplo las de color amarillo tienen un sabor ácido con abundante jugo, las rojas son más jugosas y el sabor es más dulce que las amarillas. También encontramos una clase que presentan un color más oscuro, caracterizadas por tener la piel azulada y ser las más adecuadas para cocer y finalmente las verdes que se caracterizan por su dulzor.

Una de las variedades más populares son las ciruelas secas, es decir, las pasas. Las más conocidas son las de California de origen estadounidense. Con ellas se suele adornar o acompañar muchas recetas.

Las mismas ciruelas anuncian su máxima maduración al desprender un especial perfume, normalmente se encuentran en el mercado desde finales de abril hasta septiembre.

Es conocido por todos que la mayor propiedad de la ciruela es que es un laxante natural inmediato, su alto nivel en fibra hace de ella una fruta idónea para combatir el estreñimiento.

Por 100 gramos de porción comestible

Calorías: 45 Kcal.
Hidratos de carbono: 11 g.
Fibra: 2,1 g.
Potasio: 190 mg.
Magnesio: 8 mg.
Calcio: 14 mg.
Vitamina C: 3 mg.
Provitamina A: 21 mcg.
Vitamina E: 0,7 mg.

Para que la ciruela obtenga un sabor más sabroso y conserve todas sus propiedades nutritivas al ser consumida como fruta fresca su maduración debe realizarla en el árbol, no en cámaras frigoríficas. Además al comprarlas debemos asegurarnos que sean firmes, no muestren ningún deterioro y que estén cubiertas de un polvillo mate.

Según la cultura japonesa, la ciruela es símbolo de prosperidad, ya que su árbol es el primero en florecer.