A día de hoy ya estamos acostumbrados a que en todas las farmacias, herboristerías, clínicas de nutrición e incluso supermercados ofrezcan pastillas y otro tipo de productos que venden como indispensables para bajar de peso rápidamente. ¿Son realmente efectivos y necesarios? 

A la hora de adelgazar no necesitas más que realizar una dieta hipocalórica y ejercicio físico, junto con un poco de fuerza de voluntad para conseguir tus objetivos.

Desde hace ya muchos años se han comercializado infinidad de productos adelgazantes, que alegan que sólo con consumirlos se puede bajar de peso sin cambiar hábitos alimentarios ni hacer actividad física. Estos fármacos siempre han sido un tema de gran controversia para los profesionales de la salud porque aunque con ellos se puede lograr reducir el peso, llevan consigo efectos perjudiciales graves: problemas cardíacos, nerviosos, de adicción, etc.

Las personas que habitualmente recurren a estos productos suelen ser aquellas que ya han seguido una dieta hipocalórica y no han conseguido bajar de peso. Siempre se debe pedir consejo a un nutricionista para que personalice las pautas de alimentación y valore si puede existir alguna alteración metabólica que implique esa sobrepeso.

Recurrir a estos productos, no sólo afectará a tu economía, sino lo más importante, estarás jugando con tu salud: estos fármacos pueden tener muchos efectos secundarios perjudiciales. Pese a que algunos tienen prohibida su comercialización en muchos países, se pueden conseguir por otras vías, como Internet. Además, no podemos olvidar que la eficacia de la mayor parte de estos productos carece de evidencia científica comprobada. Entre los más populares encontramos los siguientes:

• Los “Inhibidores de la absorción de grasa”: son productos que impiden la absorción de grasas a nivel intestinal. Entre sus efectos secundarios más graves se encuentran problemas cardíacos como aceleración del ritmo cardíaco y aumento de la presión arterial.

• Los “Inhibidores del apetito” actúan a nivel de los centros reguladores del apetito, en el sistema nervioso, modificando la liberación de neurotransmisores. Sus efectos secundarios son muy peligrosos, además pueden causar adicción. Sus efectos adversos también generan problemas cardíacos así como trastornos de la conducta y del ánimo.

• Los diuréticos y laxantes se utilizan en problemas de retención de líquidos pero no ayudan a adelgazar, ya que no se pierde grasa. Los diuréticos disminuyen la cantidad de agua corporal y por eso el peso baja. Además, al aumentar la eliminación de agua, también favorecen la eliminación de potasio pudiendo producir hipopotasemia.

En el mercado sólo tenemos un fármaco permitido para el tratamiento de la obesidad, el Orlistat. Se debe adquirir y tomar siempre bajo prescripción médica. Su mecanismo de acción radica en que inhibe parte la absorción de grasas en el intestino.

La Dieta Mediterránea, basada en el consumo de todos los grupos de alimentos, junto con una pauta de ejercicio físico aeróbico, es la mejor opción para bajar de peso de una forma saludable o mantener un peso corporal adecuado. 

Con el Método por Intercambios podrás conseguirlo sin que te cueste trabajo ni pases hambre, ya que cuenta con técnicas de motivación para que alcanzar tu objetivo sea mucho más fácil. El Método por Intercambios es un sistema flexible y adaptado a las necesidades y estilo de vida de cada persona. Además de bajar de peso lograrás un cambio de hábitos más saludable y aprenderás a comer de forma autónoma.

Por: Medicadiet 
www.medicadiet.com 

Para más información: Asociación Método por Intercambios http://www.metodoporintercambios.com/