Casi todos tenemos una imagen ideal de cómo queremos que sea nuestro cuerpo, y a menudo la realidad no es como nos la presentan: con bíceps abultados y los abdominales marcados como tabletas de chocolate.

Conseguir un cuerpo a nuestra medida no es algo banal ni fácil; requiere un compromiso indefinido de dieta y ejercicio constante, que demanda esfuerzo y sacrificio.

Así que hemos de ser realistas, porque puede ser muy tentador renunciar a estos objetivos.

Cuando se llega a los 50, el metabolismo comienza a ir más despacio, con lo que perder peso se hace cada vez más difícil. A veces se puede necesitar un impulso extra para comenzar.

Pero eso no significa conformarse, ya que, si bien puede ser más trabajoso, puede conseguir unos muslos más delgados, unos brazos más esculpidos o una pérdida global de peso. Para conseguir esto, lo principal es una alimentación saludable y una rutina regular (constante) de ejercicios.

No tiene porqué dejarlo pasar, éste puede ser el mejor momento.

Por el contrario, si usted está delgado, lo primero que le decimos es que lo prioritario es una buena salud, que se consigue con el mismo plan de ataque; una dieta balanceada y una rutina de ejercicios regular.

Cuando queremos adelgazar 10, 15, 20 kilos e incluso 40 o más kilos, la tarea puede resultar abrumadora, y sobre todo, desalentadora. Tan sólo el esfuerzo físico puede ser agotador (más, cuantos más kilos deba de bajar).

Pero esto no debe intimidarnos, todo lo contrario: hay que empezar por dar pequeños pasos, haciendo siempre lo que podamos, cuando podamos y nunca rendirnos.

Hay muchos pequeños trucos que podemos ir adoptando para ir venciendo las resistencias:

• Reduzca el tamaño de sus porciones, usando platos más pequeños, tomando menos alimentos de los habituales, así sabrá con el tiempo el tamaño de la porción para cada alimento, y ponga siempre la mitad de su plato con verduras.
• Para sus necesidades de dulce, tenga a mano frutas dulces (manzanas, uvas y plátanos), ayudándose con ellas para frenar sus antojos
• El ejercicio ha de iniciarse con un programa para principiantes, a veces, simplemente sacar a pasear al perro cada día, para ir aumentando gradualmente la intensidad y duración.

Cuando no sentimos ánimos para continuar con los esfuerzos por comer bien y hacer ejercicio, sentimos que estamos fracasando, y nos venimos abajo.

Pero hay infinidad de maneras de reanudar nuestros esfuerzos.

Lo principal es que busquemos nuestra motivación y no perdamos la confianza: mientras sigamos adelante, sabemos que podemos llegar.

Una idea es poner nuestras metas en post its en la nevera o escritas en el espejo del baño, e incluso busquemos amigos con los que realizar ejercicios.

Y sobre todo, deje de rebajarse a sí mismo y conviértase en su mejor aliado, dándose cuenta de que si realmente lo quiere, nada podrá impedir su meta, dándose una palmadita mental cada vez que vaya superando pasos hacia la meta.