Si estás cansada de escuchar decir a los consejeros alimenticios que debes comer menos, tenemos noticias que amarás. Escogiendo comidas que son naturalmente más bajas en calorías pero más grandes en volumen, puedes comer mucho más sin tener que preocuparte de lo que le harán a tu cintura. De hecho, tendemos a escoger nuestra comida basándonos en el volumen (no en la cuenta calórica), y la cantidad de comida que consumimos cada día se mantiene constante, aunque el número de calorías puede variar. Así que, bajando la densidad de las calorías en la comida, es una inteligente y saludable manera de satisfacer tu apetito y de bajar calorías. Estos 5 consejos garantizados te servirán de mucho.
- Agrega líquidos. El caldo o el agua, instantáneamente agrega volumen a tu comida por casi ninguna caloría. Piensa en esto: ½ taza de frijoles negros tienen cerca de 115 calorías, mientras que por las mismas 115 calorías podrías sorber una taza entera de caldo de frijol negro. Las mujeres que comen sopa baja en calorías dos veces al día, por un año, pierden 50% más peso que las mujeres que comen el mismo número de calorías en la forma de dos bocadillos de alta densidad de energía, de acuerdo a un estudio de obesidad.
- Llénate con vegetales. Los vegetales están cargados de fibra, la cual, automáticamente baja la densidad de calorías de tu comida, porque tu cuerpo, no puede digerirlo completamente. Cuando investigadores del Sur de Corea alimentaron a mujeres con una cantidad igual de arroz blanco o arroz con vegetales, aquellas que comieron arroz con vegetales, ingirieron 41% menos calorías y se sintieron más satisfechas después.
- Incorporar aire en los alimentos, los agranda. Las comidas con aire son más grandes, por lo que engañan a tu cerebro para que piense que está comiendo más. La prueba: Investigadores de la Penn State University, dieron a voluntarios un tamaño similar de bocadillos densos Cheetos Crunchy y a otros, unos más voluminosos Cheetos Puffs. Aquellos que comieron los puffs, ingirieron 70 calorías menos aún cuando su porción fue 73% mayor en volumen. Cuando te sea posible, opta por comida con aire: Cheerios en vez de granola, pan en vez de crackers y pasta tubular como el rigatoni en vez de espagueti.
- Sirve ensalada. Simplemente, agregando ensalada a tu comida, puedes ayudarte a consumir 11% menos calorías. Apégate a lo voluminoso y bajo en calorías como vegetales frescos y verduras de hoja verde y limítate con complementos como nueces, semillas y queso. Si harás ensalada como plato principal, agrega proteína magra, como pollo sin piel, camarones o salmón asado, tofu o frijoles para ayudarte a sentirte satisfecha por más tiempo.
- Recorta la grasa: Con el doble de calorías por mordida de carbohidratos o proteína, las calorías se ingieren increíblemente rápido. Así que, entre más grasa en tu plato, menos comida puedes ingerir sin acumular calorías. Mantén la grasa a raya escogiendo opciones con menos grasa, como cortes magros de carne de res, pollo sin piel y productos lácteos sin grasa, y quita cualquier trozo de grasa de la carne antes de cocinarlo.