Muchos pacientes obesos declaran no ver los resultados que esperan practicando actividad física. No obstante, hacer deporte es solo una pequeña parte de lo que implica adelgazar. Antes que nada es necesario comenzar con una dieta saludable. A medida que pierdas kilos, te sentirás mejor y más ligero como para poder incrementar la intensidad de tus ejercicios. Y poco a poco irás cambiando tu estilo de vida para mantenerlo en el tiempo y no volver a tener sobrepeso.

Según los expertos, es más sencillo quitar 1000 calorías de una dieta que quemar la misma cantidad a través del deporte. No obstante, todo depende de cuánto ejercicio hagas. Otro beneficio que aporta la actividad física es un incremento de la autoestima y el entusiasmo; el cuerpo deja de ser una fuente de tortura o vergüenza para convertirse en algo que se celebra y disfruta. 

Es común que las personas que mantienen un peso saludable a través del tiempo son aquellas que hacen ejercicio con regularidad. En cambio, quienes se enfocan solamente en la dieta para adelgazar, no consiguen establecerse en su peso a largo plazo. Los sujetos que no son físicamente activos, vuelven a ganar los kilos perdidos. Para Timothy Church, investigador en el Centro de Investigación Biomédica de Pennington, la dieta y el ejercicio deben ir de la mano.

Por otra parte, los atracones de comida tiran abajo los esfuerzos por hacer deporte. Por lo general, las personas sobreestiman un 30% la actividad que realizan pero subestiman otro tanto su ingesta de comida. Suelen tener bien calculada la cantidad de tiempo que pasan en el gimnasio pero no las porciones de los alimentos que consumen.

Además es necesario vigilar otras calorías, como por ejemplo las que contienen las bebidas, y contar los snacks durante el día. También debes plantearte qué tan sedentario eres fuera de la hora del entrenamiento. Piensa que si haces una hora de gimnasia pero luego pasas mucho tiempo sentado y comiendo, te costará mucho quemar las calorías extras.

Por otra parte, si bien las cintas para correr y otras máquinas ofrecen monitores que estiman las calorías perdidas, el rango varía dependiendo de cada persona. Los dispositivos deben ser utilizados como una motivación y no como una guía que te diga cuánto te está permitido comer. No importa si el aparato dice que has perdido 400 calorías; si no te esfuerzas por superar esa cantidad cada día, no conseguirás tu propósito.

Las máquinas tampoco calculan las calorías que puedes haber quemado en otras actividades fuera de la hora del gimnasio. Es importante restar todo lo que consumes durante el día aún si no entrenas.

En realidad, hacer actividad física no se reduce a entrenar media hora. Se trata de intentar revertir el estilo de vida sedentario al que estás acostumbrado. 30 minutos en la cinta de caminar no compensan más de 23 horas de permanecer casi inmóvil. Los expertos recomiendan ir dosificando la actividad a lo largo del día; debes hacer cosas simples para moverte todo el tiempo y divertirte a la vez.

Para alcanzar el éxito, tienes que tener expectativas realistas e ir dando pequeños pasos todo el tiempo para estar más cerca de la meta. Además, no debes olvidarte de que muchos factores inciden en el peso corporal, como el estrés y las horas de sueño. La nutrición y el ejercicio son dos partes fundamentales del proceso de adelgazar, pero no tienes que perder de vista el mapa completo, considerando todo tu estilo de vida.