Cuando se desea hacer una dieta, siempre se buscan diferentes métodos para una pérdida de peso saludable. En más de alguna ocasión, el término “cetogénica” habrá figurado entre las conversaciones de las dietas más comunes para perder peso. Una dieta cetogénica no es necesariamente una dieta baja en calorías. Pero entonces, ¿qué es una dieta cetogénica?

Para dar respuesta a la interrogante, en necesario definir el término “cetogénica”, el cual hace referencia a ese estado donde el cuerpo se encuentra cuando no posee suficiente glucosa para utilizarla como energía, llamado cetosis. Sucede que unas moléculas llamadas cetonas sirven al organismo para hacer el papel de la glucosa y pasan a ser la fuente de energía del cuerpo.

Al convertir las cetonas en energía, se empieza a quemar la grasa acumulada en el cuerpo de la persona. La cetosis donde el cuerpo se encuentra para la dieta es la “cetosis dietética” o “cetosis dietética benigna”, las personas diabéticas o insulinodependientes (Tipo 1 y Tipo 2), poseen un nivel de cetonas muy alto y podrían entrar en un estado peligroso – tratar siempre con un especialista.

Otro síntoma que puede evidenciarse cuando el cuerpo se está adaptando al cambio de la energía, de glucosa a las cetonas, pueden ser: dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad leve, mareos y debilidad. El período de adaptación varía de acuerdo a cada metabolismo, sin embargo, estos síntomas se puede aliviar con mucha facilidad.

La dieta cetogénica se basa entonces de utilizar las cetonas como fuente de energía del cuerpo. Esto trae muchos beneficios comprobados no solo en la pérdida de peso y obesidad, sino también en el tratamiento de otras enfermedades como la diabetes Tipo 2, la epilepsia, Diabetes tipo 2 y algunos factores de riesgo cardiovascular (especialmente en el tratamiento y mejora de los triglicéridos, el colesterol HDL, y los patrones de colesterol LDL en relación a las arterias).

Estudios de investigación enfocan también el beneficio de la dieta cetogénica sobre el Síndrome de Ovarios Poliquísticos, el Acné, el cáncer (especialmente algunos tipos de cáncer de cerebro) y otras enfermedades neurológicas como el Alzheimer, el Parkinson, los traumas cerebrales, la narcolepsia y la esclerosis lateral amiotrófica.

Excepto para tratar la epilepsia, estos son los componentes principales de una dieta cetogénica:

• Proteínas: la cantidad de proteínas no suele ser un problema al iniciarse una dieta cetogénica. Sin embargo, las proteínas deben ser controladas puesto que, según se ha observado en algunas investigaciones, existen personas que convierten fácilmente las proteínas en glucosa (glucogénesis), y cabe recordar que la dieta cetogénica se basa en que las cetonas sean la energía del cuerpo y no la glucosa. Por esto, es necesario que el consumo de proteínas se ajuste a cada organismo.
  
  
• Grasa: en una dieta cetogénica, la mayoría de las calorías vienen de la grasa utilizada como energía. La cantidad de calorías que pueden consumirse al día, la pérdida de peso de la grasa corporal convertida en energía y la cantidad de carbohidratos y proteínas, determinarán la cantidad exacta de grasa necesaria para un individuo.
  
  
• Hidratos de Carbono: lo que determina una dieta cetogénica es la cantidad de carbohidratos que se consumen, así como el metabolismo y el nivel de actividad de cada individuo. Generalmente, las dietas con menos de 50 o 60 gramos de carbohidratos al día son dietas cetogénicas. Sin embargo, una persona sedentaria o con algún tipo de diabetes podría necesitar alrededor de 30 gramos para cumplir con a dieta. Por otro lado, un individuo con un metabolismo activo o un atleta, podría consumir 100 o más gramos y aun estaría dentro de la dieta.

Un 60-80% de las calorías vendrán de las grasas de la dieta cetónica, en el caso de las especiales para tratar la epilepsia, el 90%. Todo dependerá de los tres factores anteriormente mencionados.

Investigadores como el Dr. Stephen Phinney aconsejan no abusar de los aceites con alto contenido contenido de grasas poliinsaturadas de Omega- 6 (maíz, algodón, soja, entre otros) – la mayonesa y las salsas para ensaladas son ricos en este tipo de aceites, la razón es que los estudios revelan una disminución en la calidad de vida y rendimiento de las personas que llevan una dieta cetogénica.

La medición de las cetonas depende de la meta que se quiera alcanzar. Para encontrarse en cetosis, el cuerpo tarda alrededor de 2 o 4 semanas en adaptarse, pero debe considerarse el metabolismo y la actividad de cada persona. Los estudios nutricionales de la dieta cetogénica muestran que los niveles de cetona en la sangre deben estar por el orden de .5 mmol/L - 3 mmol/L, pudiendo estar incluso un poco por encima de 5.

Medir el nivel de cetonas en la sangre es una manera de controlar la dieta cetogénica. Existen pruebas caseras que se realizan a través de la orina con una varilla de prueba, aunque este método se considera que pierde su fiabilidad con el pasar del tiempo. Sin embargo, siempre estará el método pago, que suele ser más caro pero fiable.