Décadas atrás no existían los alimentos tal como los conocemos ahora, sino que eran mucho más “naturales”. Los métodos modernos de producción nos han llevado a ingerir frutas y verduras plagadas de toxinas, químicos y hormonas. Alimentos modificados genéticamente, fertilizantes sintéticos, pesticidas y herbicidas con los que nuestro organismo tiene que lidiar todos los días… Salvo que decidamos consumir comida orgánica.

Consumiendo alimentos orgánicos puedes reducir la acumulación de sustancias artificiales en tu cuerpo. Un estudio de 2005 realizado con niños, demostró que en solo 15 días de dieta orgánica se reduce drásticamente la concentración de pesticidas en la orina.

Por ejemplo, el maíz modificado es mezclado con bacterias para producir un insecticida propio, que mata a los invasores. No obstante, el veneno no es específicamente para los insectos y también provoca daños en las células humanas. Puede causar agujeros en los intestinos y otros efectos adversos en la salud.

Una mala noticia es que no se puede quitar el pesticida lavando el maíz, como sucede con otros vegetales. La toxina es colocada en el ADN, por lo que forma parte del fruto.

De todas maneras, lo importante es que los alimentos orgánicos aportan nutrientes sin incluir una cantidad no deseada de toxinas en tu organismo. Para empezar a modificar tu dieta, puedes probar con una comida a la vez, para ir cambiando de a poco hacia un régimen totalmente orgánico.

A continuación nombraremos una serie de alimentos que por lo general no están intervenidos genéticamente. Debes procurar darles prioridad en tu dieta; son, a saber, palta, piña, col, pera, cebolla, espárrago, mango, kiwi, uva, patatas dulces, berenjena.

Ahora, la lista contraria: checa estos alimentos e intenta restringir su consumo dentro de tu nutrición diaria, porque a menudo vienen con el ADN modificado. Se trata de manzana, frutilla, durazno, espinaca, pimiento dulce, apio, tomates cherry, patatas, pepino, col rizada, soya, papaya, zapallitos italianos, canola, maíz y sus derivados, algodón, calabaza amarilla.