El riesgo de enfermedades relacionadas con este tipo de comida está directamente relacionado con la cantidad de alimentos de este tipo que consumamos.

La comida barata es más barata en relación a otras comidas que podemos elegir, pero por contra, contienen gran cantidad de calorías, azúcar, sodio y muchos otros elementos insanos que incrementan el riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedades cardíacas.

Consumir comida rápida puede aumentar el riesgo de contraer diabetes tipo 2. 

Las investigaciones estiman que la prevalencia de diabetes tipo 2 se incrementará un 300% en los próximos 40 años nada más en los EEUU, es decir, de un 10% de la población a un 33%.

Sin embargo, se ha descubierto un factor determinante que está haciendo que el riesgo disminuya: 

Según el Departamento de Nutrición de la Universidad de Chapel Hill, en Carolina del Norte, el incremento de un dólar en el precio de la comida rápida, redujo la ingesta de este tipo de comidas, con lo que se produjo en la población una disminución de la ganancia de peso, y se redujo la resistencia a la insulina, ambos factores de riesgo para la obesidad y la diabetes tipo 2.

Se están haciendo sugerencias a los gobiernos para que consideren modificar los precios de los alimentos de mala calidad, para que las personas busquen comidas más apropiadas, y reducir así los riesgos sanitarios de enfermedades crónicas, ya que el costo anual para el tratamiento de la diabetes se estima, en EEUU, en 174 millones de dólares.

En los establecimientos de comidas rápidas el uso del sodio es desmedido, para lograr saborizar al máximo sus comidas.

Esto es un serio riesgo para la presión arterial y puede ocasionar apoplejías.

Está entre las tres principales causas de muertes en EEUU. 

Se ha estimado que el costo de las apoplejías costará aproximadamente 2,2 billones de dólares al gobierno en el año 2050, a no ser que los americanos ( y en general la población occidental) cambie los hábitos alimenticios y reduzca la sal en sus comidas, para mantener unos niveles de presión normales.

La comida rápida produce sobrepeso

El índice de masa corporal o BMI es un indicador de la grasa que hay en nuestro cuerpo y está relacionada con el peso y la altura.

Cuanto más elevado sea su BMI, mayor es el riesgo de obesidad y enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2, HTA, enfermedades cardiovasculares, piedras en vesícula y cáncer.

Los establecimientos de comida rápida ponen grandes platos de comida con gran cantidad de calorías que, además, contienen muchos aditivos, como preservantes, saborizantes, edulcorantes, colorantes y sodio.

Hay restaurantes que están aumentando los costes de un plato a precios de hasta 10 dólares por persona y de 30 a 40 por familia de cuatro, con lo que la ventaja que tenían se está disipando rápidamente: ahora comer comida sana y preparar las comidas en casa nos puede salir bastante más barato en comparación.

Así que realmente, ya no tenemos muchas excusas para seguir comiendo comidas rápidas, también conocidas como comidas chatarra o basura. 

Volvamos a las comidas tradicionales caseras y saludables y todo nuestro cuerpo nos lo agradecerá hoy, y en un futuro lejano.