La Vitamina C pertenece, junto con las vitaminas B, al grupo de las vitaminas hidrosolubles. Son las que intervienen en el mantenimiento de los huesos, dientes y vasos sanguíneos. Además, protegen de la oxidación a la vitamina A y E así como algunos compuestos del complejo B.
La Vitamina C o enantiómero L del ácido ascórbico es un nutriente esencial para los mamíferos. Es una vitamina requerida para ciertas reacciones metabólicas y es creada internamente por casi todos los organismos, siendo los humanos una notable excepción.
- Mejora la visión y previene la aparición de cataratas o glaucoma.
- Es un poderoso antioxidante, ya que elimina las sustancias toxicas del organismo.
- La Vitamina C es antibacteriana, por lo que evita que se desarrollen bacterias dañinas para el organismo.
- Reduce las complicaciones derivadas de la diabetes tipo II.
- Disminuye los niveles de tensión arterial.
- Previene la aparición de enfermedades vasculares.
- Tiene propiedades antihistamínicas.
- Ayuda a mejorar afecciones de la piel como eccemas o soriasis.
- Es una excelente cicatrizante de heridas y quemaduras.
- Ayuda a reducir o aliviar los síntomas provocados por la menopausia.
- Mejora el estreñimiento por sus propiedades laxantes.
- Repara y mantiene cartílagos, huesos y dientes.
Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C. Los alimentos que tienden a ser las mayores fuentes de vitamina C son, entre otros: el pimentón verde, las frutas y jugos de cítricos (naranja), las fresas, los tomates, el brócoli, los nabos y otras verduras de hoja verde, la papa o patata blanca y la dulce (camote) y el melón cantalupo.
Otras fuentes excelentes de Vitamina C son: la papaya, el mango, el melón, la col de Bruselas, la coliflor, el repollo, la cidrayota, los pimentones rojos, la frambuesa, los arándanos, la piña y los arándanos agrios.
La toxicidad de la vitamina C es muy poco común, debido a que el cuerpo no la puede almacenar. Sin embargo, no se recomiendan cantidades superiores a 2000 mg/día, dado que la ingesta de dosis altas puede llevar a malestar estomacal y diarrea.
La Vitamina C, al ser un antioxidante, nos protege ante el humo de los cigarrillos y, como mejora el sistema inmunológico, también es utilizada en pacientes sometidos a radio y quimioterapia.