Comenzar a hacer una dieta es una elección que todas las personas hacen en algún momento de su vida. Pues bien, los genes de la obesidad, presentes en algunas personas le jugarán una mala pasada. Pero tenga en cuenta que usted es el dueño de su cuerpo y el que decide si quiere o no adelgazar.

No importa si tiene los genes de la obesidad. No deje que un científico o un médico que le da el resultado del análisis en el cual aparecen los genes de la obesidad, le diga que no podrá bajar de peso. Por más que posea estos genes, con un poco de esfuerzo y actitud podrá lograr bajar de peso más rápido de lo que usted pensaba.

La genética no determinará el destino de su cuerpo. Si usted posee los genes de la obesidad puede ser que tenga más capacidades para engordar, pero no quiere decir que no pueda hacer una dieta para adelgazar.

Muchas personas se preguntan porqué algunos individuos no engordan nunca, más allá de lo que consuman. Pues bien, en estos casos se explica que ellos no tengan los genes de la obesidad de los que todos hablan. Al no tenerlos, se les dificulta subir de peso.

Elegir un tipo de vida saludable independientemente de los genes que tenga su ADN, le ayudará a tener en cuenta que bajar de peso es mucho más fácil de lo que pensaba. Comenzar una dieta entonces es la opción perfecta para usted si quiere bajar de peso y cuidar su salud.

Por otro lado, que los padres sean obesos no quiere decir que los hijos también lo serán. Por más que ellos sigan la misma alimentación que sus padres, ya que viven en la misma casa, se puede dar la ocasión en la que no engorden.

Por lo tanto, pareciera que los genes no tienen la fórmula exacta para explicar el porqué es difícil adelgazar. En este caso, los padres tendrán que cuidar de sus hijos e intentar que lleven una vida saludable, para un mejor futuro a nivel de su salud.

De hecho, es mucho más grande el conjunto de personas que ganan peso debido a las costumbres de alimentación que tienen en vez de sufrir debido a sus genes. Cuidar la alimentación entonces le dará mejores resultados que intentar combatir contra el propio ADN.

Tenga en cuenta que los padres marcan el camino a sus hijos. Si los padres se alimentan de la forma incorrecta, sus hijos también lo harán, por lo tanto si los padres engordan entonces los hijos también engordarán.

Es muy importante tener en cuenta que los padres son los que marcan el camino a seguir de acuerdo con los alimentos que deben consumir sus hijos para mantenerse saludables.

Más allá de la existencia del gen de la obesidad, tenga en cuenta que es muy probable que usted pueda bajar de peso haciendo la dieta adecuada. Muchos científicos han demostrado que aunque las personas posean los genes de la obesidad, esto no significa que vayan a ser gordos siempre.

Se trata de mantener la compostura ante los alimentos que se consumen. Alimentándose de una forma sana y saludable podrá mantenerse con el peso equilibrado o bajar algunos kilos si comienza a realizar una dieta adecuada a su metabolismo.

Seguramente ya ha oído hablar sobre el gen de la obesidad o el gen descrito por los japoneses y denominado como gen ahorrador. Ambos genes pueden llegar a favorecer la aparición de la obesidad en su cuerpo pero será cuestión de poner todo el esfuerzo necesario para que su dieta tenga el alcance que desea y logre adelgazar.

El gen ahorrador que mencionamos antes, descripto por los japoneses posee la capacidad de almacenar energía de más en el cuerpo. Por lo tanto, todas las grasas que usted consume son almacenadas en su organismo, generando que usted no pueda quemarlas. Esto es lo que obstaculiza el gen ahorrador, justamente la quema de calorías.

Pues bien, en el pasado este gen era muy utilizado por todas las personas, ya que no era tan fácil conseguir alimentos como ahora. Entonces mantenerse gordo permitía que su organismo, en caso de no comer por unos días, comenzara a obtener la energía de estas grasas acumuladas.

En cambio, existe un gen llamado de residuos que permite justamente acelerar el metabolismo y que las grasas se quemen más rápidamente. Este es el gen que ayuda a las personas que están buscando hacer dieta.

El gen ahorrador en cambio producía el efecto inverso. Esto se debe a una adaptación al ambiente. Es increíble ver cómo el cuerpo se va adaptando fácilmente al medio que lo rodea.

Pues bien, tener el gen de residuos no quiere decir tampoco que nunca va a engordar. Siempre tenga en cuenta que la dieta y la alimentación que lleva todos los días es sumamente importante para mantenerse delgado o con un peso equilibrado. Por otro lado, tampoco el gen ahorrador generará que usted no pueda adelgazar, sino que tendrá que ponerle un poco más de esfuerzo a la dieta.

Lo que sí debe saber es que las personas que poseen el gen ahorrador son más propensos a subir de peso que las que poseen el gen de residuos. Por más que los determinantes genéticos jueguen un papel importante en la determinación física de su cuerpo, usted podrá tener el control y elegir la dieta que quiere seguir.

Justamente, para ver los efectos de la dieta en las personas, podrá ver el caso de Japón. Se sabe científicamente que la mitad de la población japonesa aproximadamente posee el gen ahorrador y sin embargo este país es uno de los que menos índice de obesidad presenta. Esto se debe a la dieta que siguen todos los integrantes.

Es necesario nombrar ahora dos tipos de grasas que pueden encontrarse en su cuerpo, una es la grasa blanca y la otra es conocida como la grasa marrón o parda.

La grasa marrón o parda sirve solamente para activar el cuerpo ante la presencia del frío. En este caso usted podrá ver que el exceso de energía de su cuerpo es almacenadoy luego liberado cuando se encuentre en un momento de frío en el ambiente. Esta grasa es considerada como la beneficiosa para el cuerpo y no hará estragos con su salud.

En cambio, la grasa blanca, es la que almacena grasa en su cuerpo sin poder ser utilizada luego en ninguna ocasión. En este caso, las grasas se van acumulando y usted tendrá más posibilidades de subir de peso fácilmente. Por lo tanto, este es el tipo de grasa que puede perjudicar su salud y ayudarlo a aumentar de peso.

Si debemos hablar de la grasa blanca, son tres los momentos en los que estas grasas se acumulan en el cuerpo de las personas: en primer lugar, cuando los bebés se encuentran en el útero antes de nacer, en segundo lugar, hasta el primer año de edad y en tercer lugar, durante la pubertad.

En estos tres casos, el cuerpo intentará juntar la mayor cantidad de grasas bancas para mantener el cuerpo en funcionamiento gracias a los nutrientes que se absorben. Usted podrá notar que no todo entonces se basa en los genes sino también en las grasas pardas y blancas.

Como antes mencionábamos, los tres momentos en los que se almacenan más grasas son, en el útero antes de nacer, hasta el primer año de vida y durante la pubertad.

En los dos primeros casos no podemos hacer mucho, porque dependemos enteramente de la alimentación que nos dan nuestros padres. Es muy útil que los padres sepan que la alimentación en este momento es muy importante, y si las comidas tienen muchas grasas, será perjudicial para la salud de su hijo.

En el caso de la adolescencia, los problemas de peso son muy importantes, ya que marcan la diferencia entre pertenecer o no a un grupo de amigas determinado. Pues bien, no solo es necesario tener en cuenta la alimentación. La falta de ejercicio también puede llevar a subir de peso.

Por lo tanto, usted que está leyendo, ahora sabe que los genes no determinan que usted pueda o no adelgazar. Tomar las precauciones necesarias en la alimentación, seguir con la dieta estrictamente y hacer ejercicio le demostrarán la diferencia entre un cuerpo y otro.