El peso NO lo dice todo

El ejercicio forma parte de la rutina de la mayoría de los que quieren perder peso, y es probable que al principio produzca un efecto rápido en la pérdida del mismo.

Pero sucede a menudo que tras cierto tiempo, vemos cómo la balanza detiene su descenso y se queda como estancada.Sin embargo nos sentimos más delgados, y hasta nos vemos más delgados.

Y es que la balanza no es un reflejo fiel de nuestra composición corporal, no define la relación que hay entre masa magra y masa grasa, que es el factor más importante.

Uno de los motivos que pueden existir para que nuestra balanza no se mueva a pesar de que estemos más delgados, se debe a que estamos construyendo músculo, al tiempo que vamos perdiendo grasa.

Pero como el tejido del músculo tiene más densidad que la grasa, un kilo del mismo ocupa mucho menos espacio que uno de grasa.

Así que aunque estemos perdiendo esa masa de grasa, si la estamos ganando en músculo, pesaremos lo mismo, aunque estaremos, visible y realmente, más delgados, y la escala, la balanza, no se moverá.

Por el hecho de que estemos perdiendo peso no significa que nuestra salud esté mejorando, ya que si aún tenemos demasiada grasa en nuestra zona abdominal, el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y otras crónicas, persiste, y esto se debe a que en esta área y a lo largo del torso, se encuentran la mayoría de los órganos y les afecta tener un elevado nivel de grasa alrededor. Así que esforcémonos en hacer desaparecer esta área grasa.

Un especialista o nutricionista te puede ayudar a conocer tu porcentaje de grasa y de músculo, para después hacerte las recomendaciones necesarias de lo que debes o no perder de grasa y cómo hacerlo.