Contrario a lo que muchas personas creen, y ciertamente a lo que la cultura moderna dice, las grasas en la dieta son muy importantes. Sin grasa de la buena nuestro cuerpo no puede funcionar correctamente.

Sin embargo y como mencionaba anteriormente, existe mucha confusión en nuestro mundo moderno con respecto a las grasas a consumir, cuales son los beneficios para el cuerpo y cuales las desventajas de los diferentes aceites que encontramos en el mercado para cocinar o para aderezar nuestras comidas.

Uno de los aceites que más es conocido en el mercado como “aceite saludable” es el aceite de canola, el cual puedes encontrar en cualquier supermercado.

Se vende como aceite saludable porque contiene muchas grasas no saturadas, poca grasa saturada y contiene ácidos grasos omega-3.  En este artículo te explicaremos todo lo relacionado con el aceite de canola y como puede afectar tu salud. 

Como ya mencionamos anteriormente, la canola es producida de forma artificial y la semilla original de la cual se produce es constantemente modificada genéticamente para producir esta semilla artificial.

Es absolutamente opuesto a un proceso natural de generación de aceites como la forma en que se hace la manteca, el aceite de oliva e incluso el aceite que se saca de muchas otras semillas, como las de girasol.  

Solamente con tener en cuenta el hecho de que para producir la canola esta está expuesta a altas temperaturas debería llevarte a no consumir este aceite nunca en tu vida.

Además, debido a su forma de creación, contiene grasas trans artificiales. Las grasas trans artificiales están asociadas a numerosas enfermedades, especialmente las que están relacionadas con el corazón. 

El aceite de canola es un aceite hecho a base de semillas hechas artificialmente inicialmente en Canadá.

Para crear esta semilla “artificial” por llamarlo de alguna manera, se basaron en la semilla colza. El aceite que salía de esta semilla se utilizaba inicialmente con propósitos industriales y no podía ser comestible porque tenía unos componentes que hacían que les dieran problemas irreparables en los corazones de los pobres animalitos en los que hicieron las pruebas y tenía un componente que lo hacía saber amargo.  

Esta semilla está hecha de forma artificial porque está basada en la semilla de colza pero quitándole los componentes dañinos para la salud y que le daban el sabor amargo.

 Y de ahí surgió la canola. Y por consiguiente el aceite de canola. Actualmente el noventa por ciento de la canola que se produce en el mundo está genéticamente modificada. (Ya con el hecho de tener un alimento que está genéticamente modificado te puedes dar cuenta de que no son buenas noticias. Es completamente opuesto a algo natural y que venga de la naturaleza).

El aceite de canola tiene bajo contenido nutritivo, debido a su forma de procesamiento y porque es un aceite altamente refinado.

Sin embargo, la realidad es que contiene vitamina K, vitamina E y ácidos grasos omega 3 y omega 6, los cuales se pueden encontrar en la grasa polisaturada encontrada en el aceite de canola. 

Otros tipos de grasas encontradas en este aceite son saturadas y monosaturadas. Según lo que se entiende en la actualidad en cuanto a las grasas es que las grasas no saturadas son buenas y las saturadas son malas, llevando a la conclusión de que este aceite es perfecto.

Pero, hay que tener en cuenta varias cosas antes de llegar a esta conclusión.

Lo primero a tener en cuenta es que aunque en el pasado la grasa saturada había tenido muy mala reputación, asociándola a problemas de altos niveles de colesterol y problemas del corazón, estudios recientes realizados en importantes universidades de Estados Unidos demuestran que las grasas saturadas no son realmente tan dañinas para el organismo y especialmente para la salud del corazón como se creía inicialmente.

El problema con el aceite de canola no es con las grasas monosaturadas, las cuales también son saludables (muchas de estas grasas se encuentran en el aceite de oliva).

El problema realmente se limita a las grasas polisaturadas que contiene el aceite de canola. Este tipo de grasas, aunque lo necesitamos para funcionar correctamente, lo necesitamos en pocas cantidades.

Si nos sobrepasamos en este tipo de grasas, esto puede llevar a problemas en nuestro cuerpo, dado que estas grasas se incorporan en las membranas de nuestras células y se tienden a oxidar, lo que puede llevar a daños graves a nivel molecular.

Algo que tiene positivo el aceite de canola es que baja los niveles de todo tipo de colesterol en el cuerpo.

Pero hay que tener en cuenta que el colesterol es factor de riesgo, no es necesariamente una causa directa de una enfermedad cardíaca como la presión alta.

No es tan malo como otros aceites vegetales, pero igual está sobrevalorado en el mercado.